Hoy juega el otro Central. El de las satisfacciones. El equipo que mantiene viva la ilusión de sus hinchas. El Central de la Copa Libertadores. El que se despoja de las contradicciones y las dudas para desarrollar un juego eficaz y contundente. Como el que realizó en el desierto de Calama ante Cobreloa. Rival al que vuelve a enfrentar esta tarde-noche desde las 19.25 en el Gigante, con el compromiso de repetir una actuación convincente y lograr un resultado favorable para distender el ceño fruncido de los canallas, que se fueron fastidiosos este domingo por el empate frente a Unión.
Hoy juega el Central que obtiene dividendos. El que mantiene vigente y latente a Edgardo Bauza como entrenador auriazul. El equipo que saldrá con un similar esquema al que jugó el martes pasado en Chile. Aunque seguramente con un Matías Lequi más predispuesto a proyectarse en materia ofensiva. Porque si bien con un empate alcanza para que los canallas pasen a los cuartos de final, sin dudas que la urgencia anímica impondrá el camino de la victoria.
Como ocurrió en los últimos cotejos que disputó la formación auriazul, el funcionamiento colectivo dependerá en gran medida de la inteligencia de Ezequiel González, el joven volante que se vistió de conductor para lograr el crecimiento deportivo de su equipo.
Además de los dibujos que diseña el Equi del medio hacia adelante, mucho incide en este Central que suma la solidez defensiva que exhibió en Liniers ante Vélez y en Chile frente a Cobreloa. Y que tuvo como punto más alto al Flaco Gabriel Loeschbor, un zaguero que maduró para beneficio de la última línea.
Claro que el Central en positivo requiere de la certeza de Luciano De Bruno para poder lograr la sociedad futbolística con Ezequiel González, como así del mejor Juan Antonio Pizzi, el otrora delantero temible que era fundamental para inclinar la balanza a favor del canalla.
Sin dudas que el haber ganado el partido de ida no es un dato menor para Central en la planificación de esta revancha, pero esta ventaja debe actuar como temporizador y no como condicionante, es decir que la victoria previa permite elaborar con tranquilidad el segundo triunfo de la fase.
Enfrente estará otra vez Cobreloa, un equipo preparado para luchar, aunque en esta ocasión se encontrará con la obligación de salir a buscar la diferencia, algo que lo coloca en una incómoda situación.
Central sale a sellar su clasificación. Algo más que probable porque juega el equipo de la Copa. Es decir el que le gusta a la gente.
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La Ciudad
