Año CXXXIV
 Nº 49.115
Rosario,
domingo  13 de
mayo de 2001
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Los vascos se aprestan a votar, divididos entre el separatismo o la lealtad a España
ETA deja en claro que quienquiera que gane estos comicios seguirá utilizando su estrategia de terror

Ciaran Giles

Bilbao, España. - Un asesinato político una semana antes y la explosión de un coche bomba la víspera han generado ansiedad en los votantes vascos de cara a las elecciones parlamentarias regionales de hoy. Los votantes están aparentemente divididos entre el separatismo o la lealtad a España, mientras resulta claro que la banda armada ETA planea continuar con sus ataques sea cual fuere el ganador. La explosión registrada la noche del viernes en el centro de Madrid, antecedida por una advertencia a nombre de ETA, coincidió con el cierre de las campañas proselitistas en la norteña región vasca. Muchos temen que una victoria histórica de los antiindependentistas provoque más violencia. Con este atentado, que pudo haber ocasionado una auténtica masacre, ETA dejó patente que, quienquiera que gane los comicios, seguirá utilizando la estrategia del terror para forzar la independencia del País Vasco.
El estallido, que dejó heridas a 14 personas, ocurrió menos de una semana después que la ETA fuera responsabilizada por el asesinato a tiros de un senador del Partido Popular Español. El asesinato sería el trigésimo desde diciembre de 1999, cuando la ETA dio por terminado un cese al fuego.

¿Cómo lidiar con ETA?
Las elecciones plantean las mismas preguntas clave de siempre para esta región semiautónoma: cómo lidiar con la ETA, que ha matado a más de 800 personas en su campaña violenta de 33 años por la independencia, y qué vínculos deben mantenerse entre la región de dos millones de habitantes y el gobierno central en Madrid, 400 kilómetros al sur.
Las campañas proselitistas están prohibidas desde el primer minuto del sábado, y los resultados electorales son esperados para cerca de la medianoche de hoy. Pero los analistas dudan que alguna parte pueda obtener una clara mayoría, lo que implicaría semanas de negociaciones entre los partidos antes de la conformación de un nuevo gobierno.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV), que gobierna en Euskadi desde hace 21 años y que podría ser desbancado por primera vez del Ejecutivo regional, insistió, por contra, en que si gana el PP "habrá mayor enfrentamiento, y eso le conviene a ETA y también a los de Madrid", según el presidente de la formación, Xabier Arzalluz. Este enfrentamiento y el empate técnico que predicen las encuestas añade, precisamente, una considerable dósis de incertidumbre a esta cita en las urnas, que podría dejar un panorama político, si cabe, aún más complejo en el País Vasco.
El presidente del gobierno español, José María Aznar, sobreviviente en 1995 de un ataque de la ETA con coche bomba, se ha mostrado resuelto a derrotar a la ETA y a limitar el poder de los nacionalistas vascos, quienes se oponen a la violencia. El candidato de Aznar para la presidencia regional es Jaime Mayor Oreja, quien recientemente renunció como ministro del Interior, tras coordinar la batalla policial contra la ETA desde que el presidente del gobierno tomó el cargo, en 1996. Su principal oponente es el presidente titular, Juan José Ibarretxe, cuyo Partido Nacionalista Vasco ha gobernado en coalición con un partido afín, Euskal Alkartasuna.


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