El oficial de la policía británica que encabezó la búsqueda internacional de Ronnie Biggs manifestó ayer que siente "lástima" por el famoso ladrón que en 1963 protagonizó el "robo del siglo". El detective retirado Malcolm Fewtrell, quien cuenta hoy 91 años, lamentó el hecho de que Biggs y sus cómplices, quienes se hicieron con un botín equivalente a entre 35 y 75 millones de dólares, fueran convertidos en héroes, al recordar que el conductor del tren postal fue herido de gravedad en el asalto. "Esa gente eran criminales despiadados. Es una lástima que se los trate como héroes", señaló el ex policía. "Siento más bien lástima por él y me pregunto si su condición física realmente le permite saber lo que está pasando. El tipo está muy enfermo. Sufrió tres derrames cerebrales y cuando hace poco lo citaron diciendo que quería tomarse una cerveza en Margate, debe saber que no va a ser así", afirmó Fewtrell.
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