Año CXXXIV
 Nº 49.108
Rosario,
domingo  06 de
mayo de 2001
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El Piojo habló sobre las chances de emigrar, los reproches de la gente y el clásico
Damián Manso: "A mí me pueden insultar"
El volante rojinegro, que recuperó su nivel futbolístico, dijo que duele ser hostigado, pero que es parte del juego

Luis Castro

El paso del tiempo incidió para que Damián Manso ya no sea aquel pibe que tenía el "no" incorporado cuando se intentaba charlar con él. A esta altura parece haber madurado y enfrenta a los periodistas de otra manera. Claro que no pasó al otro extremo de transformarse en un jugador fácil de entrevistar. Tampoco se convirtió en un tipo verborrágico, aunque con sus pocas palabras dice lo que realmente piensa y sin dar demasiadas vueltas. Igual que en su hábitat natural, la cancha, encara, va al frente y por momentos, según la pregunta, realiza un amague para hacerla pasar de largo.
"¿Hablamos ahora?", pregunta el Piojo apenas arriba a Bella Vista a la hora señalada para realizar la nota con Ovación. Y enseguida se apresta a recordar los momentos vividos en este último tiempo, desde el día que tuvo que ir al banco, pasando por los insultos que debió soportar de algunos hinchas hasta el sueño latente de ser transferido. "Por suerte estoy recuperando el nivel que tenía", fue la primera frase lanzada por el Piojo a modo de pared, mientras juega con el cierre de su campera, en la nublada y gélida tarde en el complejo.
"Y..., a nadie le gusta estar en el banco. Tenía mucha bronca, pero lo acepté porque no andaba bien, pero ahora lo recuperé y eso es muy bueno", confiesa el pequeño volante con sinceridad y con la mirada fija hacia cualquier lado.
-Pero se te notaba mal anímicamente.
-Sí, porque hacía bastante tiempo que no iba al banco. Además, se sufre más que cuando estás jugando. Pero ahora tuve una nueva oportunidad y la aproveché.
-¿Hablaste con Ribolzi en ese momento, le pediste explicaciones?
-No, hubo una charla, pero con el grupo. El me señaló mis errores y después cuando me puso traté de cumplir con lo que me pedía.
-¿Cuáles eran esos errores?
-Andaba mal con la pelota, pero también tenía que ayudar a mis compañeros.
-En concreto, lo que te pidió es más sacrificio.
-Sí, puede ser. Si no corremos los once el equipo no anda y por eso hay que estar los 90 minutos concentrados.
-¿Te enojaste con el técnico por haberte excluido del equipo?
-No, para nada. El me lo dijo por mi bien y lo acepté.
-Contra Almagro te insultaron, algo impensado hace un tiempo ¿qué sentiste en ese momento?
-Creo que a mí también me pueden insultar como a todos mis compañeros. Además, no pasa sólo por mi bajo rendimiento. Duele que te puteen, pero es parte del juego.
-Contra Lanús hiciste un gol y no lo gritaste con los hinchas.
-No, lo grité con mis compañeros, que son los que me apoyan y están constantemente conmigo.
-Pero se notó que estabas con bronca.
-No, no hay que tenerla. Además, ellos van a alentar al equipo y hacen muchos kilómetros para apoyarnos.
-Muchos dijeron que ese gol se lo habías dedicado a Cejas.
-No fue así, me abracé sólo con Almirón. Muchos dijeron que había sido con Cejas y pensaron que podía haber un problema entre los compañeros, pero eran mentiras. Lo hice porque me dijo que si hacía un gol lo abrazara.
-Tal vez se dijo eso porque se pensó que querías darle un apoyo a Cejas.
-También dijeron que fue porque había problemas entre los jugadores, cosa que no es así. Eso es un invento.
-¿El grupo está unido?
-Sí, lo demostró en los últimos partidos tratando de ganar para sumar puntos y clasificar para alguna copa.
-También se dijo que quedaron rencores por la pelea antes de la pretemporada.
-No, para nada. Los rencores no existen, hay que tirar todos para el mismo lado, que de esa manera la cosa va a cambiar.
-¿Pensás que si no clasifican para la Mercosur será un fracaso la campaña?
-Si no clasificamos quedará una deuda pendiente.
-¿El clásico será lo único que queda para salvar el año?
-Es un partido aparte que todos queremos ganarlo. Habrá que estar bien concentrados 90 minutos que el partido se gana.
-¿Es el cotejo soñado?
-Sí, porque tanto nosotros como ellos queremos ganarlo.
-¿Qué opinás de lo que dijo Coudet cuando afirmó que para jugar en el Coloso debía ponerse un pullover?
-Por ahí habla mucho y no se deben decir esas cosas. Duele porque no hablamos mal de ellos.
-Lo hace por su pasado canalla.
-Sí, pero yo jugando contra Central porqué voy a hablar mal.
-¿No hablarías mal de Central?
-No, porque es una ridiculez hablar mal de Central. Si me toca jugar lo hago, pero no voy a hablar mal.
-¿Cuál es tu mayor sueño?
-Lograr algo con Newell's y jugar en la selección. Me tocó estar en la selección de suplente y es una alegría enorme. A cualquiera le gustaría estar en mi lugar. Pero hay que seguir trabajando que de esa forma todo va a llegar.



El Piojo espera desplegar sus alas en el clásico.
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