Un prominente historiador sirio asegura que los sionistas estadounidenses y europeos presionaron al Vaticano para que perdonara a los judíos por su responsabilidad de haberle dado muerte a Jesucristo. Otro comentó que bajo el pontificado de Juan Pablo II, la Iglesia Católica ha caído bajo la influencia de los judíos.
Al igual que muchos árabes, los sirios a veces parecen estar obsesionados en tratar de detectar señales de lo que consideran "lobby judío" con enorme influencia en todo el mundo. Las políticas estadounidenses para Oriente Medio, las noticias occidentales y los convenios con empresas multinacionales son sus objetos predilectos de escrutinio.
Ahora que el Papa Juan Pablo II se encuentra de visita en Siria, sus esfuerzos de alcanzar la paz con el judaísmo y con otras religiones se ha convertido en su objeto de análisis más reciente. Las críticas a sus acciones han comenzado incluso antes de su llegada al país para una visita de cuatro días.
Soheil Zakar, uno de los principales historiadores del país, recientemente argumentó que "inmensas presiones" de grupos sionistas estadounidenses y europeos obligaron al Vaticano en 1965 a absolver a los judíos de su "responsabilidad histórica" por la muerte de Jesucristo.
"Es como si un Papa viniera ahora a decir: «No me importa el lado histórico del cristianismo y sólo estoy concentrado en la creación de un nuevo cristianismo para un nuevo mundo»", dijo Zakar, un musulmán, quien en 1983 publicó el libro "Pontífices del Ghetto Judío" en el que asegura que tres papas de la era medieval fueron de origen judío. El obispo católico ortodoxo de Damasco, Isidore Battija, cuya iglesia reconoce la autoridad del Papa, señaló que esas acusaciones en contra del Vaticano "son fantasías, fantasías erróneas".
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La Ciudad
