Los jugadores profesionales nucleados en la sede de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) decidieron anteanoche iniciar un parcial paro de actividades, a partir de las 0 de ayer, en protesta por las abultadas deudas que la mayoría de los clubes mantienen con los futbolistas. La determinación fue tomada en forma unánime por los afiliados al gremio presentes en la asamblea realizada en el edificio de la calle Salta al 1100, de Capital Federal, aunque la misma tiene una salvedad: no incluye los partidos por la Copa Libertadores de América que jugarán esta semana los futbolistas de Boca Juniors, San Lorenzo y River Plate. Es más, a los equipos que están disputando el torneo continental -se debe agregar Rosario Central a los ya citados- se les otorgó una suerte de permiso especial hasta el 16 de mayo venidero (coincidente con la fecha del encuentro desquite de octavos de final de la Copa Libertadores) para continuar jugando. Y en caso de que no se obtuviera solución al reclamo del gremio, los futbolistas decretarán ahí sí el paro total de actividades. De acuerdo con lo señalado por Sergio Marchi, secretario general de FAA, la huelga parcial "no salió de un día para el otro. Nosotros fuimos avisando a las autoridades y ahora decidimos tomar esta determinación", dijo. Para el dirigente gremial la responsabilidad de la medida recae en "la gran pasividad de los dirigentes del fútbol argentino, en el que se administra mal y se es incapaz de pagar las deudas que se tienen". La antevíspera, la AFA intentó detener la medida de fuerza, según lo explicado por Mario Schmoisman, asesor letrado del máximo organismo que rige el fútbol local. La propuesta de la AFA, rechazada de plano finalmente, consistía en adelantar un 25 por ciento de la deuda global (alrededor de unos quince millones de pesos) con fondos procedentes de la televisión o bien del nuevo sponsor que patrocinará al seleccionado argentino de fútbol. Sin embargo, los futbolistas decidieron rechazar la propuesta y avanzaron con el singular cese de actividades -que incluye solamente a los equipos de primera división, a los de la Primera B Nacional y a los de la Primera B Metropolitana-, aunque la misma podría quedar sin efecto, a partir de las reuniones que mantendrían en las próximas horas ambas partes en conflicto. Porque hasta la ministro de Trabajo, Patricia Bullrich, anticipó anoche la posibilidad de que "antes que se dicte la conciliación obligatoria, es necesario invitar a ambas partes al diálogo". De todas maneras, la dirigencia de FAA se manifestó dispuesta a llevar la medida de fuerza "hasta sus últimas consecuencias", y el propio Sergio Marchi se encargó de aclarar que desoiría la conciliación obligatoria que dictará en las próximas horas el Ministerio de Trabajo.
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