Pedro Almodóvar se erigió, acaso sin quererlo, en un personaje central en la vida de Cecilia Roth. De hecho, fue el realizador manchego quien elevó a la difusa categoría de "chica Almodóvar". Pero eso no es todo, fue de la mano del director de "Todo sobre mi madre" que la actriz argentina desembarcó en Hollywood, aquella gloriosa noche en que el director español se alzó con el más preciado de todos los premios del mundo del cine. Roth siente que una fuerza invisible une su vida con la de Almodóvar y los celebra. "Siguen pasando los años y seguimos con las mismas inquietudes, con las mismas ganas -aseguró-. Si hay algo maravilloso en Almodóvar, y que vale la pena imitar, es que es un tipo que ha crecido sin hacerse viejo. Eso es muy difícil, es difícil mantener la juventud, la esencia lúdica, aventurera, ingenua. Estoy contagiada de eso pero quiero contagiarme más, que las cosas me despierten la misma pasión". La pasión que Roth siente por el cine de Almodóvar se funda en que ambos comparte una misma forma de comprender el arte. "Pedro estimula en los actores ciertas cosas que otros no saben y empieza donde otros terminan", enfatizó la protagonista de "Martín (H)", en un intento por explicar los motivos que la llevan a admirar al cineasta español. Proyectarse más allá de las fronteras de su país natal es una tarea que Roth lleva adelante con entusiasmo, a pesar de que le resulte agotadora. "Es mucho trabajo promocionar una película de distribución internacional -comentó-. Es más trabajo estar haciendo una entrevista tras otra que estar filmando, porque le falta la otra parte que es el placer, es un poco como ir a la oficina". En el último tiempo el asunto se complicó porque a su labor profesional debe sumarle las múltiples tareas que demanda ser madre. "He estado trabajando mucho con esto y he tenido un bebé, lo que me quita energías para trabajar -dijo-. Pero creo que es sano plantearme siempre un nuevo trabajo".
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