Año CXXXIV
 Nº 49.103
Rosario,
lunes  30 de
abril de 2001
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Imputan a Mario "Chorizo" Rodríguez la desaparición y muerte de un reportero
Un policía adjudicó a un comisario la orden del crimen del periodista Bonino
El acusado fue líder en la epoca de la "maldita policía" bonaerense. Fue juzgado por el caso Cabezas y por un sangriento asalto a la firma Andreani. El cadáver de Bonino fue hallado en el Riachuelo en noviembre de 1996

Juan José Salinas

El cabo de la policía bonaerense Adrián Montenegro denunció que el periodista Mario Bonino fue asesinado por policías bonaerenses que respondían a las órdenes del comisario general (R) Mario Rodríguez, más conocido por su apodo de Chorizo.
Desde el lado paraguayo de la Triple Frontera, donde se refugió por temor luego de denunciar judicialmente que un cruento asalto bancario en el curso del cual fueron muertos tres delincuentes y un policía fue organizado por oficiales de la propia repartición para borrar la mala imagen resultante de la "Masacre de Ramallo", Montenegro dijo que a Bonino lo asesinaron policías bonaerenses.
"¿Te la vas aguantar?", le preguntó al periodista Rolando Graña de Punto.doc/2. Y ante la respuesta afirmativa, agregó: "A Bonino lo mató la gente del comisario Mayor Rodríguez: lo mataron el Lagarto Vargas y Carmona, el suboficial mayor Carmona. Ellos fueron los autores del homicidio".
El periodista Mario Bonino, que se desempeñaba en la Unión de Periodistas de Buenos Aires (Utpba) al momento de su muerte, desapareció el 11 de noviembre de 1993. Su cuerpo fue hallado 4 días después en el Riachuelo. La Justicia nunca pudo esclarecer el crimen.
El Chorizo Rodríguez era el comisario con mayor reputación de "exterminador" de la plana mayor de la "maldita policía" del jefe Pedro Klodzyk (fallecido el año pasado) en dura porfía con el actual secretario de Seguridad bonaerense, el comisario general retirado Ramón Orestes Verón. Rodríguez encabezó, en diciembre de 1996, la represión del asalto a la casa central del correo privado Andreani en Avellaneda, con nueve muertos, el hecho más sangriento de la historia de la repartición, que según muchos indicios, habría sido "una ratonera". También se le atribuyó haber estado relacionado con los policías que participaron del asesinato de José Luis Cabezas.
Por su parte, el Lagarto Vargas fue investigado como uno de los autores de las agresiones sufridas por el periodista y escritor Hernán Lópéz Echagüe, quien terminó por exiliarse en Uruguay.
En el programa emitido ayer por América, Montenegro denunció que el cruento asalto a un banco cometido el 25 de agosto del año pasado en una sucursal de la Banca Nazionale dil Lavoro de la localidad bonaerense de Talar de Pacheco fue una "ratonera" preparada por sus superiores.
Los tres asaltantes, que se hicieron de 25.000 dólares en menos de un minuto, se refugiaron en una casa de Los Polvorines, hacia la que convergieron en escasos minutos unos doscientos efectivos policiales.
Montenegro dijo que los delincuentes se quisieron entregar, pero que "la orden era matarlos" y que por eso "uno recibió 150 disparos, otro arriba de 75 y el tercero casi igual" y que también murió, entre sus brazos y a causa de una bala policial, el sargento Mario Sánchez.
"Eso fue lo que me motivó a mí en hacer esto (la denuncia). Es hora de que la terminen (...) Yo quiero denunciarlo por la familia de él. Porque murió en vano. Murió porque a cuatro loquitos se le ocurre armar algo así. La familia todavía lo está llorando".

Un golpe de imagen
Según Montenegro, cuyo padre también fue policía, varios jefes policiales sabían dónde se iban a esconder los ladrones del banco pero, lejos de evitar el asalto, quisieron convertir su captura en un golpe de imagen que contrarrestara el papelón de Ramallo, donde murieron dos rehenes.
Pero, añade, todo "terminó con 12 policías heridos, un policía muerto y tres delincuentes muertos" porque a esos jefes "no les importan los pobres vigi que están muriendo continuamente en la calle, ellos quieren poder".
Según Montenegro, la policía le habría plantado una pistola a los ladrones para ocultar que el policía murió por una bala de la propia policía. "Era una pistola que había sido traída de Brasil, y que le pusieron al delincuente que murió dentro de la casa", explicó.
El periodista Graña remató el programa diciendo en off que "la fiscalía de San Martín estudia una hipótesis todavía más escalofriante: que el sargento Sánchez haya sido asesinado por otros policías para crear un mártir".



Rodríguez lideró la represión al robo del correo Andreani.
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