Con muy buenas actuaciones del arquero Cristián Lucchetti y el volante José Luis Sánchez, Banfield se clasificó anoche finalista del torneo de Primera B Nacional y dirimirá el ascenso con Quilmes, tras derrotar a Instituto -que será rival de Central Córdoba- por 2 a 1. El equipo albiverde, necesitado de un triunfo para acceder a la instancia decisiva del torneo, planteó un esquema ofensivo desde el comienzo del partido, que se sustentó en el buen manejo del balón y en toques rápidos de mitad de cancha en adelante. Cada vez que el talentoso José Luis Sánchez se contactaba con la pelota generaba peligro en la zona cercana al área defendida por Javier Klimowicz. Sin embargo, la oportunidad más clara del primer tiempo la tuvo Miliki Jiménez, quien marró un tiro penal después de que el árbitro Rafael Furchi sancionara en una confusa infracción, aparentemente por un empujón de Matías Raposo al corpulento atacante de los cordobeses. El segundo tiempo arrancó con la misma tónica, porque Banfield seguía insistiendo e Instituto parecía conformarse con el empate que lo depositaba en la final. A los 56 minutos el partido se interrumpió por más de veinte minutos, debido a una falla de iluminación. Pero el receso favoreció a Banfield, ya que a sólo dos minutos de reanudarse el juego se encontró con la ventaja después de que Garrafa Sánchez ejecutara un córner desde la derecha y luego de un pegar en el palo izquierdo y tras un rebote en Brusco, González pusiera el 1 a 0. Entonces Instituto se lanzó a matar o morir y comenzó a exigir a Lucchetti. El ímpetu de los dirigidos por Martino tuvo su premio cuando Miliki Jiménez se reivindicó al conseguir un rebote en el área y conseguir el 1-1. Y cuando parecía todo sentenciado ante la desesperación de Banfield, Furchi volvió a convertirse en el centro de atención al sancionar un penal tras un dudoso empujón de Cristián Smigiel sobre Matías Raposo. Sánchez tomó entonces la responsabilidad y cumplió, ya que cruzó su zurdazo y llevó a su equipo a la final.
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