Pablo R. Procopio
Con el objeto de evitar la transmisión endovenosa del virus del HIV, la provincia decidió distribuir equipos de inyección a las personas drogadependientes que utilizan esa vía para el consumo. La iniciativa contempla un elemento innovador: el cambio de jeringas nuevas por usadas, modalidad que casi no tiene antecedentes en el país. El trabajo forma parte de un proyecto del Programa Provincial de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida, que dirige Raimundo Sabao. La campaña ya tiene el aval del Ministerio de Salud de la provincia, aunque sólo falta el okey de la cartera de Hacienda para liberar los fondos. La duración será como mínimo de dos años, tiempo en que -se estima- se podrán medir los resultados satisfactoriamente. La contraentrega de los elementos usados marca diferencias, como evitar el traslado de la aguja usada hacia otra persona. La idea también es formar conciencia sobre la reutilización de los elementos. La Universidad Nacional de Rosario (UNR) inició ya un plan similar, aunque no contempla el intercambio de jeringas y agujas. Se trata del Programa de Reducción de Daños y Prevención del HIV/Sida. Ambas propuestas convivirán. La idea general tiene como objetivo realizar actividades tendientes a la reducción de daños y modificación de actitudes y conductas de riesgo de transmisión en sujetos consumidores de drogas y en drogadependientes, proporcionándoles asesoramiento, información y asistencia. "Estamos cumpliendo con la ley provincial de sida Nº11.460", dijo Sabao a La Capital. La propuesta fue "aceptada y bien tomada por el ministro (de Salud Carlos) Parola, pero la implementación tiene un costo que no está afectado al presupuesto; por lo tanto, es más dificultoso hallar el camino para encontrar el dinero", agregó. Para desarrollar la campaña se elaboró un convenio marco entre el ministerio y la UNR. La intención es ponerla en práctica en las poblaciones más expuestas, "compuestas siempre por los más pobres, jóvenes y mujeres", dijo el funcionario. El intercambio se hará entre las jeringas usadas y otras estériles que proveerá el programa provincial. "La intervención de la Universidad nos va a dar la experiencia de un gran grupo de trabajo que viene elaborando esto desde hace tiempo", expresó. Los programas de reducción de daños tienen como prioridad disminuir las consecuencias negativas relacionadas con el consumo de estupefacientes: prevenir enfermedades y riesgos, en especial el sida. Brasil constituye un ejemplo claro de la puesta en marcha de este tipo de campañas. "En Argentina, en general, no se mantienen en el tiempo", indicó Sabao. El gobierno provincial inició hace algunos días la entrega de preservativos en todo el territorio santafesino como una manera de prevenir el sida. "La distribución de los equipos de inyección sería un complemento fundamental que serviría para controlar otro tipo de transmisión y propagación de la enfermedad. Es la otra pata", sostuvo Sabao, quien añadió que "Parola está interesado y me dijo que le diera para adelante porque va a tratar de conseguir todo lo que haga falta".
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