Jerusalén. - Los israelíes celebraron ayer el 53º aniversario de la creación de su Estado bajo fuertes medidas de seguridad ante los peores enfrentamientos en décadas con los palestinos, que luchan para que se les otorgue un territorio propio. La diplomacia, que ha estado a la zaga desde que los israelíes eligieron al derechista Ariel Sharon como primer ministro en febrero, mostraba signos de revitalización.
El canciller israelí, Shimon Peres, quien debe visitar Washington la semana próxima, viajará a El Cairo y posiblemente a Ammán el domingo para discutir una propuesta conjunta de Egipto y Jordania con vistas a poner fin a la violencia. Una fuente gubernamental expresó que Israel tiene al menos dos reservas sobre la propuesta: no aceptará un pedido de detener las construcciones de asentamientos judíos en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, ni de retomar las negociaciones de paz en el punto en que quedaron bajo el predecesor de Sharon, Ehud Barak.
El presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, dio su apoyo a la iniciativa que pide el fin de la violencia, propone medidas para restaurar la confianza y el reinició de las conversaciones israelí-palestinas. Por su parte, el presidente estadounidense, George W. Bush, expresó en Washington que Estados Unidos promovería el diálogo político entre ambas partes, aunque agregó que antes debe finalizar la ola de violencia.
Un campesino palestino muerto
En el más reciente incidente de violencia, tropas israelíes mataron a tiros ayer a un campesino palestino en Gaza, expresó la policía palestina. El ejército israelí aseguró que los soldados hicieron disparos de advertencia cuando un hombre cruzó la cerca fronteriza y se dirigió hacia Israel, y le dispararon porque no se detuvo. Un funcionario de salud palestino dijo que un hombre de 20 años murió el miércoles en un hospital en El Cairo, a causa de las heridas recibidas durante el asalto israelí al campo de refugiado Khan Younis, a principios de mes.
Miles de palestinos se congregaron en el funeral de cuatro militantes palestinos que murieron el miércoles en la noche en una explosión en la Franja de Gaza. Hombres armados dispararon al aire y miembros del grupo extremista Hamas prometieron represalias enviando seis atacantes suicidas al centro de Israel.
Los cuatro hombres eran miembros de la facción Al Fatah, a la que pertenece Arafat, y de un grupo recién creado conocido como los Comités de Resistencia Popular. Funcionarios palestinos culpan de sus muertes a lo que dijeron era un bomba de control remoto plantada en una zona neutral israelí entre partes de Rafah de gobierno palestino y egipcio.
Las celebraciones por el Día de la Independencia de Israel comenzaron a la caída de la noche del miércoles, aunque los ánimos de los israelíes se mostraban apagados ante el temor de ataques con bomba. Los palestinos consideran la creación de Israel en 1948 como una catástrofe y han emprendido una revuelta por su independencia.
Tensas festividades
Soldados israelíes montaron guardia en las estaciones de autobuses y coches de policía vigilaron los cruces en Jerusalén. Algunos israelíes dijeron que sólo asistirían a fiestas privadas y evitarían los actos públicos. Israel endureció además su bloqueo de Cisjordania y Gaza por el evento, diciendo que la medida es necesaria por razones de seguridad tras la oleada de ataques registrada en territorio israelí, pero los palestinos dicen que es un castigo colectivo que ha estrangulado su frágil economía.
Las estrictas medidas, que cerraron los cruces fronterizos que unen las zonas palestinas con Israel, Egipto y Jordania, se mantendrá en vigor hasta esta mañana.
La Ciudad
