Washington. - El presidente estadounidense, George W. Bush, reafirmó ayer su respeto a la política de "una sola China" e instó a Taiwán a que no declare su independencia, pero aseguró que EEUU defenderá a la isla ante un eventual ataque de Pekín. Bush hizo este llamado a Taiwán en el marco de una entrevista con la cadena de noticias CNN, transmitida horas después de que el mandatario afirmara ante la emisora de televisión ABC que EEUU defendería a la isla de un ataque chino "con lo que fuera necesario", incluyendo la fuerza militar. Bush destacó no obstante que, en caso de que Taiwán declarara oficialmente su independencia, estaría arriesgándose a un ataque por parte de China. EEUU trabajará con Taiwán para que "eso no ocurra", afirmó. El problema entre China y Taiwán puede y debe ser resuelto de manera pacífica, consideró, para agregar que su país no ha cambiado su postura de respetar la política de "una sola China". "Respetamos esa política fuertemente", aseveró el mandatario, quien rechazó que sus declaraciones supongan un cambio en el curso de su política hacia China. La disposición de su gobierno de defender a Taiwán es un "importante mensaje para Pekín", dijo Bush. "No obstante, creo que es igualmente importante para las personas saber que mi gobierno apoya la política de una sola China. Esperamos que la disputa se pueda solucionar de forma pacífica". Estas son las primeras declaraciones de un presidente estadounidense en las que se manifiesta un compromiso explícito de defender a Taiwán de un potencial ataque de China, que considera a la isla una "provincia separatista". Las palabras de Bush, que fueron grabadas por la ABC y emitidas ayer en el programa Good Morning America, se producen en medio de fuertes tensiones entre Washington y Pekín por la decisión del mandatario estadounidense de vender el mayor paquete de armamento a Taipei en una década. Pekín convocó ayer al embajador estadounidense en China, Joseph Prueher, al Ministerio del Exterior. El viceministro del Exterior, Li Zhaoxing, embajador en Washington hasta enero pasado, le entregó una "fuerte protesta" contra la venta de armas a Taiwán y aseguró que China considera este gesto como "provocación abierta" a la soberanía china y a su integridad territorial. Además, aseguró que las armas incluidas en el "paquete de venta" a Taiwán son de ofensiva. La venta de armas da a las fuerzas independentistas de la isla nuevos impulsos, agudiza las tensiones en el estrecho de Taiwán y amenaza la paz y estabilidad en la región asiática, afirmó Li. Taiwán afirmó sin embargo que esto no significará una gran diferencia en las ventas de armas de la actualidad. "EEUU sólo tiene que continuar proveyendo a Taiwán de armas defensivas, de acuerdo con el Acta de Relaciones con Taiwán y cambiarla de un tiempo fijo a un período no fijo no tendrá un impacto sustancial", aseguró el secretario general de la oficina presidencial Taiwanesa, Yu Shyi-kun.
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