Carlos Aragonés, entrenador del seleccionado boliviano de fútbol, manifestó su decepción y adujo sentirse "desorientado" por el agónico empate que alcanzó Argentina ante su equipo, por la 12ª fecha de las eliminatorias sudamericanas. "Me siento desorientado y estoy muy triste. Fuimos superiores y nos quedamos una vez más con el sabor amargo de no poder conseguir la victoria", expresó el entrenador en relación al empate. Aragonés reconoció que sus dirigidos "se confiaron" con los dos tantos de diferencia, a pesar de que "se había trabajado con los jugadores para evitar esos errores". "Pagamos demasiado caro el saber mantener el ritmo de juego hasta el final, frente a un rival que sabe de su oficio y al que no se le puede otorgar ninguna ventaja", dijo Aragonés. Pese a todo, el entrenador se mostró conforme con los rendimientos de sus jugadores y sentenció: "No puedo encontrar argumentos para explicar lo que sucedió en el partido. Estuvimos muy cerca de ganar y de hacer historia".
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