Rodolfo Parody
De las tribunas del Jockey Club descendió el aplauso unánime que no era más que el reconocimiento para una selección argentina femenina de hockey que cumplió una actuación elogiable y que se dio el gusto de vencer a Australia por 2 a 1, con goles de Cecilia Rognoni y Vanina Oneto. Es cierto que no estuvo el plantel completo del bicampeón olímpico, pero eso no desmerece lo realizado por las Leonas, que cumplieron al pie de la letra lo que pergeñó su técnico Sergio Vigil y que no fue más que la estrategia para contrarrestar la dinámica de su rival. Combinaciones, cambio de ritmo y movilidad fueron los atributos de las albicelestes, que lograron imponer su juego, progresar en el campo con aplomo y desconcertar a las australianas, a las que les costó una enormidad tomar las marcas. Para colmo desde el mismo inicio se encontraron en desventaja cuando la siempre rendidora Cecilia Rognoni, a la salida de un córner corto, desató el festejo de los 3000 hinchas que estaban por presenciar una noche histórica. Argentina fue ambiciosa. Los encuentros entre Vanina Oneto y Alejandra Gulla resultaron punzantes y sólo la falta de precisión en la puntada final la privó de estirar la diferencia. En esos pasajes de dominio argentino comenzó a deslumbrar la rosarina Ayelén Stepnik, con una enorme capacidad para interceptar todas las bochas que le pasaban cerca y a la vez iniciar las incursiones ofensivas de su equipo. Pero el juego de las dirigidas por Sergio Vigil se fue diluyendo, perdió la posesión de la bocha y Australia impuso la velocidad que la caracteriza. No obstante, le costó una enormidad ingresar en el área rival, que estuvo muy bien custodiada por una defensa argentina sólida, en la que sobresalió Cecilia Rognoni, impecable en el mano a mano y a la hora de anticiparse a la jugada. Ni bien se inició el segundo tiempo Argentina volvió a ser dominador, en parte porque Luciana Aymar las pidió todas y sus rivales sólo la podían parar con infracción. Y también porque las demás cumplieron a la perfección, con actitud, concentración y esperando el momento exacto para pegar la segunda estocada. Que estuvo a cargo de Vanina Oneto, quien ingresando por el medio del área sacó un potente tiro de revés que se metió arriba, junto al palo derecho de la indefensa Nina Bonner. Al margen del descuento de Louise Dobson, los intentos australianos morían en el esquema perfecto que planteó Argentina, que no estaba dispuesta a regalar la victoria. Así Las Leonas cerraron una noche memorable, en la que por primera vez en sus enfrentamientos frente a Australia pudieron imponer su juego. La ovación que recibieron fue el testimonio de haber superado una prueba exigente.
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