La Asociación Cristiana de Jóvenes de Rosario presentó ayer a primera hora la propia quiebra en los Tribunales para evitar el remate de su sede de Catamarca 1247 que se iba a producir horas más tarde, entre las 11 y las 12, dispuesto por la Afip (Administración Federal de Ingresos Públicos, ex DGI).
"Llegamos justo después de haber trabajado durante todo el fin de semana ya que los directivos nos plantearon la urgencia el sábado. Estamos satisfechos, pero ¿por qué la Afip no se dedica a perseguir a los grandes evasores?", se preguntó Autarco Arfini, uno de los abogados que patrocinó a la asociación.
La Asociación Cristiana cumplió recientemente 70 años de vida en la ciudad (ver recuadro). Arfini estimó que las deudas de la entidad pueden rondar los 100 mil pesos, y que si la sede se hubiera rematado "seguramente la habría comprado un intermediario para venderla luego a alguna empresa hotelera" dadas la superficie, la ubicación y las características de la propiedad.
"Cuenta con varios pisos, pileta de natación, frontón de pelota a paleta y cancha de básquet. Es una ele con entrada por Catamarca y también por Entre Ríos", graficó.
La crisis financiera que hoy atraviesa la Asociación Cristiana de Jóvenes se inscribe en la difícil situación que vive la mayoría de los clubes debido a la fuga de sus asociados.
"Entre el cable y la cuota del club la gente opta por pagar el cable, es así de sencillo", explicó el presidente de la Asociación Rosarina de Entidades Deportivas Amateurs (Areda). "Los ingresos de las familias cayeron y eso nos perjudica, pero desde hace dos años reclamamos que se cumpla la ley y se practiquen los descuentos a los clubes en los impuestos de luz y agua, del 40 y 20 por ciento, respectivamente. El gobierno debería acompañarnos pero no lo hace", agregó.
Urgencias financieras
Bianchi admitió que otros varios clubes padecen urgencias financieras, deudas impositivas y con proveedores, pero se negó a dar nombres y a responder si entre los más comprometidos están El Tala (Cochabamba entre 1º de Mayo y Juan Manuel de Rosas) y Libertad (Mendoza al 5500, en barrio Azcuénaga), este último con un rojo cercano a los 250 mil pesos de acuerdo a las versiones. Otros dos clubes se presentaron en concurso preventivo en su momento: el Provincial y el Náutico Sportivo Avellaneda.
La Asociación Cristiana sufre deudas con la Afip por retención indebida de aportes jubilatorios pero también con el sindicato y la obra social que agrupan a sus empleados, esto es la Unión de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc).
La apoderada del gremio, Adriana Bruno, estimó que la deuda que el club mantiene con Utedyc puede rondar los 80 mil pesos y que por ello, tiempo atrás, solicitaron el embargo de los inmuebles.
En esa dirección señaló que la Asociación Cristiana "está prácticamente en cesación de pagos, incluso con deudas salariales a los pocos empleados activos que le quedaron".
El presidente de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ) de Rosario es Norberto Motino, quien ayer no pudo ser localizado por La Capital. La asociación depende de la ACJ central con sede en Chicago, Estados Unidos, la que meses atrás envió a un profesor chileno, Julio Orellana, para que hiciera un diagnóstico de la situación financiera que atravesaba la entidad. Al poco tiempo de arribar, Orellana señaló: "No hay recetas mágicas, hay que ponerse a trabajar".
Reacción en el despacho
La primera reacción de la jueza civil y comercial de la 6ª Nominación, Graciela Abraham, fue de sorpresa al escuchar a los abogados de la Asociación Cristiana pedir su propia quiebra.
"¿Es una broma?", preguntó la magistrada a los letrados Autarco Arfini, Eduardo Carrillo y Roberto Javier Rosúa, quienes le respondieron que aunque el hecho causaba asombro era la única forma de salvar a una institución tradicional que cuenta con personería jurídica desde el año 1930 y que desde entonces a la fecha se ha dedicado a fomentar en la juventud no solamente actividades físicas tales como gimnasia, vóley, natación y campamentismo, sino a dar de comer a un gran número de niños carenciados.
La diligencia llevada a efecto por los abogados de la entidad fue comunicada a uno de los ejecutores fiscales de la Afip, de apellido La Torre, quien se quejó calificando al hecho como "una barbaridad". La respuesta de los letrados Carrillo y Rosúa no se hizo esperar: "Una barbaridad es lo que van a hacer ustedes". Ayer en Tribunales tanto abogados como funcionarios no podían salir de su asombro ante la medida ordenada por la Afip, la que, por otra parte, fue cuestionada duramente. "¿Por qué no se ocupan de ejecutar a los grandes evasores en vez de centrarse en instituciones que ayudan a la gente?", se preguntó uno de los letrados.