"El triste episodio delictivo de la jovencita"

El presidente De la Rúa propuso que se debatiera en torno al infanticidio pero la norma no se reglamentó

"El infanticidio suele ser el triste episodio delictivo de la jovencita, de la madre soltera que quiere ocultar su embarazo y se desprende del niño". Así se pronunció hace siete años en el Senado de la Nación el actual presidente Fernando De la Rúa. Sus palabras exigiendo que el tema fuera sometido a discusión quedaron asentadas en el acta de sesiones y desde allí las transcribió a su sentencia el juez Antonio Ramos, quien alentó un debate social del tema.
El delito de infanticidio perdió vigencia al sancionarse la ley 24.410 del 30 de noviembre de 1994. Esta figura imponía penas de hasta tres años de prisión a la madre que matara a su hijo recién nacido en preservación de su "honor". Lo mismo disponía si los autores del hecho eran sus familiares directos.
Los legisladores abordaron el artículo de forma tangencial al legislar sobre el tráfico de niños y decidieron suprimirlo provisoriamente. Cuestionaron que se fundamentara en el "honor", la baja pena que imponía y que fuera extensivo a los familiares de la madre. Pero entendieron que el tema debía ser tratado en el futuro.
"Las alteraciones fisiológicas y psicológicas que el parto y el postparto pueden originar es algo que los juristas, los tribunales y la ciencia, no niegan. La madre obra bajo influencia del estado puerperal, afectada por trastornos psíquicos debidamente comprobados: depresión, exaltación, angustia", admitieron los legisladores.
Fue De la Rúa quien sugirió que la figura no podía lisa y llanamente eliminarse porque merecía un debate más profundo. Su moción fue aceptada, pero hasta el momento la norma no se reglamentó. El entonces senador también apuntó datos estadísticos: anunció que se registran unos 10 casos por año en el país.
"¿Podemos, por vía incidental, modificar una norma que durante 70 años tuvo una pena de hasta tres años de prisión y elevarla a prisión perpetua? Le impondríamos prisión perpetua a aquella madre de miserable estado económico o sometida a grandes presiones", fundamentó el presidente, tal como se reproduce textualmente en la sentencia de Ramos.