Isidoro Gilbert
Antes de reunirse con banqueros y periodistas, Domingo Cavallo recibió un pedido de Fernando de la Rúa: que no saliera con los botines de punta contra Carlos Menem, ni despertara nuevas polémicas. "Mandá mensajes de tranquilidad". Con ese espíritu habló ante los medios y aunque no entró en calenturas, sus respuestas codificadas dirigieron sablazos a los grupos de especuladores que rondan en los arrabales del ex mandatario y de Pedro Pou. Aunque lo negó, con los 15 banqueros mencionó el relevo de Pou y lanzó el nombre de Horacio Liendo como su posible reemplazante. No fue categórico y acaso por eso le dijo a los periodistas que de eso no había hablado. O para no aparecer prejuzgando. Pero fue así, según fuentes confiables. Se compra con este nombre un nuevo problema: la diputada Elisa Carrió lo cruzó en el debate donde se discutió la delegación de poderes. El banco donde Liendo fue ejecutivo hasta hace poco, estaría implicado en operaciones como las que se adjudican al Federal Bank. Su mensaje tranquilizador para que no haya un lunes negro, careció de anuncios que acompañen ese deseo. A los mercados, esos "miopes" a los que descalificó, les dijo que no es verdad que no se rebaja el gasto público, ni que no haya recursos para afrontar los pagos externos para los inminentes vencimientos; que la recaudación del impuesto a las transacciones financieras le ha arrimado cerca de 2.300 millones de pesos, que los recortes (de los que no dio precisiones) permiten una luz de optimismo. Afirmó también que desde que él está, no hubo caída de depósitos, afirmación discutible: la verdad la dirán las planillas. Pero el jueves y viernes últimos hubo corridas, todos lo saben. Mañana se decidirá si el martes habrá subasta de Letes: hay que aguardar qué sucede el lunes con la tasa de interés. El nombre de Menem, tras los consejos para que los argentinos se cubran de la devaluación, que anuncia comprando dólares y desestabilizando al ministro, pasó de palabras de bajo tono a la vinculación de su entorno, como Roque Fernández y el "fundamentalista" Jorge Castro, ideólogo del alineamiento incondicional con EEUU, como participes del enrarecimiento del clima reinante. Entre líneas habló del negocio especulativo con los bonos, recordando el artículo de una académico norteamericano al que vinculo con "un directivo del Banco Central de apellido ingles cuyo nombre no recuerdo", actuando en yunta para proponer la reprogramación de la deuda, que sería el negocio del que están detrás los poseedores de bonos, gran parte de ellos, argentinos. Cavallo sabe qué grupos económicos están detrás del negocio, aquí, en Wall Street y en Londres. Precisamente en la capital británica, donde estuvo el jueves y el viernes, completó información al respecto. La retendrá según las necesidades políticas, sobre todo después de mañana. El martes la comisión bicameral que analiza la saliva de Pou, entregará el dictamen, ya mas reducido que el original, con definiciones contundentes. De la Rúa es quien debe decidir si pide a la Cámara alta su destitución. Cavallo, se ve, no se opondrá. Su elogio a los gobernadores, padres políticos de los senadores, y las reuniones que desde mañana mantendrá con ellos, tiene ese nombre en la agenda. Amén de los requerimientos de auxilio que escuchará. Se siente seguro y con respaldo del peronismo no menemista. Necesita que Raúl Alfonsín y Carlos Chacho Alvarez no lo dejen solo.
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