Central Córdoba prolongó su fiesta con un baile espectacular, a ritmo de cuarteto sobre un Racing cordobés que se fue de Tablada totalmente confundido y con menos de una semana por delante para tratar de cambiar una historia que aparece como muy difícil de modificar.
Con el envión que les dio el pasaporte conseguido en la última fecha de la etapa clasificatoria, los charrúas salieron a jugar de igual a igual un choque que aparecía complicado, pero que se terminó haciendo demasiado sencillo -especialmente a partir de la salida de Maximiliano Salas- cuando los de Tablada consiguieron imponerse en la mitad de la cancha y a partir de allí generar una interminable serie de situaciones de gol que dejaron a los locales muy cerca de un resultado histórico.
Casi con la salida de Salas, el Tele Medina le puso un pase en profundidad a Jeandet y el goleador aprovechó la lentitud de Banegas para cruzarle la pelota a Gustavo Caminos y establecer la apertura del marcador. Un tanto que marcó el inicio de una goleada que ni el más optimista hincha de Córdoba hubiera imaginado antes del debut en este torneo reducido, pero que los del Bocha Forgués hicieron posible, a partir de un trabajo casi perfecto, en todas sus líneas.
Las claves del éxito
Tal como viene ocurriendo en las últimas fechas, el esquema charrúa tuvo un funcionamiento acorde a las circunstancias. La seguridad de Cancelarich bajo los tres palos. Una defensa ordenada, en la que Santa Cruz y Fontana fueron las piezas clave. La claridad de Cantero para leer el partido en la mitad de la cancha y el olfato goleador de Jeandet en la zona de definición fueron demasiado para un equipo cordobés que quizás llegó a Rosario pensando que su rival se había dado por hecho con haberse salvado del descenso y terminó pagando demasiado caro su excesiva confianza para enfrentar a un equipo al que confundieron con conformista.
Pero parece que por el sur están dispuestos a darle pelea a todos, sin importar los pergaminos de los que tengan enfrente y con la clara intención de llegar lo más lejos posible, en un torneo en el que ni siquiera la mayoría había pensado algunas fechas atrás. Conscientes de que el tren de la esperanza no pasa muy seguido, los charrúas decidieron subirse y transitar los kilómetros que los separan del ascenso con humildad, pero consecuentes con una línea de juego que les dio muy buenos resultados.
A un delantero como Jeandet no se le pueden otorgar las facilidades que le dio la última línea cordobesa porque es letal y ayer volvió a demostrarlo. Pisó dos veces el área y fueron suficientes para cerrar el parcial con un 2-0 que prácticamente definió el pleito.
Sin embargo, y contra todos los pronósticos, en lugar de regular el partido los locales salieron jugar el complemento decididos a sacar la mayor ventaja posible. Y aunque el tercero tardó en llegar, la espera valió la pena, porque fue de esos que no ven tan seguido en nuestro fútbol.
El gol de Aira -desde los doce pasos, tras infracción de Gustavo Caminos a Leone- sirvió para cerrar una actuación que será recordada por mucho tiempo y que dejó a los charrúas muy cerca del próximo objetivo.