Año CXXXIV
 Nº 49.094
Rosario,
sábado  21 de
abril de 2001
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En Liniers Bauza hizo pata ancha y superó otra crisis
"Esta es la tercera tormenta que paso", reconoció el entrenador auriazul tras el triunfo ante Vélez

El Patón estaba ancho y no era para menos. Cada vez que la cuerda se tensó al punto de poner en duda su continuidad, salió adelante, con el respaldo incondicional de sus jugadores, el más importante argumento del que pueda preciarse cualquier técnico. La noche de Liniers (otra vez Liniers) disipó los nubarrones y volvió a extenderle el crédito, con el apoyo además de una hinchada que se movilizó como pocas veces en su ciclo fuera de casa y despidió al equipo delegándole respaldo.
Por esto Bauza estaba feliz ayer. "Fue una noche muy linda. Hacía mucho tiempo que no le dábamos una alegría así a la gente y que no me emocionaba. Quizás la euforia fue desmedida por la instancia de la Copa que se superó pero hay que entenderlo. Fueron casi seis mil personas, que además pagan su entrada, ¡ojo!, y por ellos esta clasificación a la segunda fase fue una satisfacción completa".
"Uno puede hacer varios análisis, yo lo hago desde el punto de vista de que era una final y había que ganarla. Y el equipo demostró autoridad para jugar este tipo de partidos. Hay jugadores que me siguen sorprendiendo y me dan a pensar de que podemos seguir avanzando", se explayó el entrenador auriazul.
La impresión sobre sus sensaciones, sobre el partido en sí, fueron abordadas en primer término por Bauza, pero el punto neurálgico de la charla de ayer en la ciudad deportiva con varios medios, se centró obviamente en qué hubiera pasado si Central quedaba afuera de la Copa. ¿Se hubiera terminado su ciclo?
"Esta es la tercera tormenta que paso", dijo orgulloso, "y la segunda después de ganarle a Vélez en Liniers. Así que la final de la Copa con Boca vamos a pedir jugarla acá", señaló riéndose, recordando aquel partido en que Central venció 2 a 1 en el Apertura 99, una de las tres crisis de las que habló. La otra fue antes de aquel 6 a 1 ante Los Andes del Apertura 2000.
"En el fútbol uno sabe que los resultados mandan y que había rumores que hablaban de mi continuidad, pero estaba tranquilo. Soy conciente de lo que hice en Central y eso no hubiera cambiado si mi historia se terminaba en Liniers", dijo, admitiendo que una derrota podía significar su alejamiento.
Pese a eso, señaló que "nunca ningún dirigente me dijo que el partido con Vélez determinaba mi continuidad. Todo lo contrario, el miércoles estuvo la comisión directiva en pleno en Liniers como nunca antes lo había hecho de visitante. Y eso lo interpreto como un apoyo muy valioso para mí y para el plantel. Ojalá sea así en todos los partidos".
En este punto, el entrenador canalla dejó entrever que la relación con los dirigentes "tal vez pudo recomponerse. Yo sostengo que para un equipo salga campeón tienen que estar unidos todos, no lo hacen sólo los jugadores".
Y en esto de los desafíos importantes, de los momentos cruciales en la etapa de Bauza al frente de Central, el Patón tendrá otra dura prueba mañana cuando enfrente a Boca, a quien no pudo ganarle en su gestión y sólo le sacó un 3 a 3 en la Bombonera con aquellos goles de cabeza de Cáceres y Daniel Díaz. "Es un desafío personal", admitió, "espero que ahora cortemos la racha".



Tras una semana difícil, el Patón está más tranquilo.
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