José Petunchi
Se viene otra vez Madorrán. El juez que con sus fallos dudosos mayor polémica ha despertado en los últimos tiempos. No sólo con los canallas, sino con otros equipos que ya alzaron su voz. Es por eso que por estas horas en Rosario Central, aunque ayer en el seno del plantel hayan preferido guardar un silencio prudente sobre este tema, están preocupados por la suerte que les toque correr en el partido del jueves ante Vélez Sarsfield, cuando los canallas se juegan el pase a la siguiente fase de la Copa Libertadores. Pero la inquietud no tiene que ver sólo con el equipo del Fortín, el rival con el que estará definiendo la segunda plaza -si es que Junior le gana en Colombia a Universitario, como todo hace suponer- del grupo 1 de la Copa, sino más bien por la presencia de Fabián Madorrán, el mismo árbitro que el domingo lo dirigió ante Chacarita en San Martín y que dejó abiertos algunos interrogantes sobre la sanción del penal para los funebreros en el último minuto, que cambió la historia del partido. Un hincha que peina canas había lanzado una advertencia el sábado por la mañana en la práctica de los canallas en la ciudad deportiva: "Como si no tuviésemos suficiente con jugar con suplentes ante Chaca, encima nos dirige Madorrán". La frase pronunciada en forma de lamento sintetiza en parte el estado de ánimo de los canallas para con el juez que el domingo cargó sobre sus hombros otra polémica, al marcar un penal que generó innumerables discusiones, no tanto por la falta -la TV mostró de manera casi imperceptible que existió- sino por la parodia que armó con su asistente Darío García, con el que no se ponían de acuerdo en si había sido penal o no. Fueron pocos los jugadores que entre el domingo y ayer quisieron opinar sobre la actuación del juez en el cotejo en San Martín, por ser justamente el árbitro de pasado mañana en Liniers. Pero también es cierto que algunos integrantes del plantel canalla se habían pronunciado entresemana en contra de su designación. Esta situación de tirantez entre Madorrán y el plantel canalla, que el último domingo tuvo un nuevo capítulo, se profundizó en junio de 2000, en ocasión de la 16ª fecha del Clausura -cuando Central se jugaba la posibilidad de clasificarse para la Mercosur-. En ese cotejo los canallas perdieron 3 a 0 ante Independiente, en un cotejo en el que el juez expulsó a Cappelletti y a Daniel Quinteros, a los 7 y 23 minutos del primer tiempo. El primero por un supuesto codazo a Cristián Díaz, que el mismo ex defensor rojo posteriormente reconoció que no existió. Enterado de la molestia canalla, el propio Madorrán habría evaluado presentar una nota en la Confederación Sudamericana de Fútbol excusándose para dirigir en el partido del jueves, aunque este rumor fue desmentido por el juez, quien se fastidió un poco ante la versión cuando fue consultado por este diario. Lo concreto es que se viene otro capítulo de Madorrán con Central.
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