El Papa Juan Pablo II, en su mensaje de Pascua al mundo, instó a la humanidad a no aceptar lo inevitable, sino alcanzar la paz y cerciorarse de que el progreso tecnológico alcance a todos por igual. El Sumo Pontífice, que cumplirá 81 años en mayo, incluyó una oración especial por la paz durante su mensaje bianual Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) mientras bendijo a decenas de miles de personas congregadas en la soleada plaza de San Pedro, que fue adornada con 17.000 flores amarillas, anaranjadas, blancas y azules traídas de Holanda y 300 plantas y árboles.
Con los ojos entrecerrados por el sol, Juan Pablo también deseó al mundo una Pascua feliz en 61 idiomas. "Hombres y mujeres del tercer milenio, el regalo de la luz de Pascua que dispersa la oscuridad del miedo y la tristeza es para todos", dijo, leyendo su mensaje en las escalinatas de la basílica de San Pedro tras oficiar misa.
"A todos se nos ofrece el regalo de la paz de Cristo Resucitado, que rompe las cadenas de violencia y odio. Redescubran hoy con alegría y regocijo que el mundo ya no es esclavo de lo inevitable. Este mundo nuestro puedo cambiar: la paz es posible, incluso donde ha habido durante tanto tiempo batallas y muerte, como en Tierra Santa y Jerusalén", dijo.
El Papa, en ocasiones con voz temblorosa como indicio de las dolencias y la edad que soporta, dijo que la paz era ahora algo posible en los Balcanes, una región que "dejó de estar condenada a una inquietante incertidumbre". También instó a Africa, un continente que dijo ha sido "atormentado por constantes conflictos amenazantes", a "levantar con confianza la cabeza". Y temblando por lo que se piensa que son los efectos de la enfermedad del Parkinson, expresó su esperanza de que América latina encuentre el coraje necesario para un desarrollo donde se respeten todos.
Otras celebraciones
En grandes catedrales, pequeñas iglesias y tranquilos cementerios, los cristianos de todo el mundo celebraron la Pascua y cada comunidad extrajo su propio mensaje de esperanza al revivir la muerte y resurrección de Cristo.
Los líderes religiosos británicos hablaron de enfrentar con valor la epidemia de fiebre aftosa. Los cristianos chipriotas compararon la esperanza de la reunificación de su isla con una resurrección, y los clérigos rusos hicieron un llamado a Vladimir Putin para que actúe como salvador de su nación. En Moscú y en otras ciudades rusas, las autoridades proporcionaron transporte gratuitos hacia los cementerios, para que la gente llevara flores a las tumbas de sus familiares. La práctica data de la era soviética, ya que al desalentarse el culto religioso, surgió una tradición de Pascua alterna.
En tanto, en Estambul, el patriarca ecuménico Bartolomé I, líder espiritual de los cristianos ortodoxos del mundo, encabezó una procesión de cirios de miles de personas, la mayoría peregrinos griegos, en celebración de la Pascua.
Una coincidencia de calendario hace que este año la Pascua caiga en la misma fecha para los ortodoxos y occidentales, las iglesias protestantes y católica. Ambos sectores concuerdan en que la festividad es el domingo siguiente a la primera luna llena después del equinoccio de primavera. Sin embargo, las fechas varían porque las iglesias protestantes y católica siguen el calendario gregoriano, del siglo XVI, y las ortodoxas el calendario juliano, mas antiguo. Ambos difieren en 13 días.