Con motivo de la Pascua, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, aseguró que el "pecado es mal negocio pues el demonio es mal pagador" y recordó que "los pactos de impunidad siempre son provisorios". En la homilía de la misa de vigilia pascual, celebrada el sábado a la noche en una colmada catedral metropolitana, el purpurado porteño convocó a cimentar la fe y la esperanza, a cumplir los diez mandamientos y a practicar la caridad cristiana. También exhortó a mirar hacia los costados para encontrar a "Jesús en el rostro de tantos hermanos nuestros que viven en el margen de la indigencia, de la soledad, de la desesperanza". Sin hacer consideraciones puntuales a la coyuntura del país pero apelando a su costumbre de los simbolismos, el Primado habló de una sociedad "enferma" y "sin memoria" e insistió en su prédica de recurrir a la "gran reserva espiritual" de los argentinos para revertir un presente de "temor y desconcierto". En otro pasaje de su reflexión, reconoció que "tanto en nuestra vida personal como en la sociedad en que vivimos, algunas veces los fracasos se suman unos a otros y, enfermizamente, nos vamos acostumbrando a vivir entre los sepulcros". Pero fue más lejos todavía al indicar que incluso "podemos llegar a creer que esa es la ley de la vida, quedándonos solamente el destino de añorar lo que puedo haber sido y no fue, y entretenernos alienándonos en desahogos que nos quitan la memoria de la promesa de Dios". "Cuando esto nos sucede, entonces estamos enfermos. Cuando sucede esto a nuestra sociedad, entonces es una sociedad enferma", sentenció el purpurado.
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