La incertidumbre generada por una eventual modificación en el régimen de convertibilidad y la cautela mostrada por los inversores en los últimos días de la semana pasada, debido a la ausencia de señales de reactivación de la economía nacional, preanuncian que los mercados podrían abrir hoy con dudas respecto del futuro del valor peso.
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, anunció el sábado que enviará un proyecto al Congreso para incluir al euro dentro del esquema de convertibilidad, lo que para muchos sonó a una "devaluación encubierta", ya que la moneda nacional ya no tendría una paridad cambiaria de uno a uno con la norteamericana.
Cavallo eligió el fin de semana para anunciar algo que ya se venía "cocinando" hace días. El ministro intentó dar una señal a los mercados ante la incertidumbre que despertó en las últimas jornadas la falta de explicaciones respecto a su iniciativa de que el peso sea convertible con una canasta de monedas pero no se descarta que el anuncio traiga más temor y no poca confusión entre los operadores.
Los próximos movimientos
Si bien es una medida que se instrumentará en el mediano plazo, este esquema hace que la relación entre la moneda nacional y las elegidas para conformar la canasta, no sea fija sino fluctuante tal como varíen el euro y el dólar.
El indicador Merval de la Bolsa porteña cerró su corta semana con una pálida ganancia del 0,7 por ciento y un volumen de negocios reducido, a pesar de las mejoras registradas en Estados Unidos, México y Brasil.
La financiación del gobierno con 2.500 millones de pesos correspondientes a reservas del Banco Central y las altas tasas que persistieron en la colocación de Letes realizada la semana pasada influyeron en el ánimo de los inversores que se desprendieron de acciones y bonos argentinos.
Asimismo, el riesgo país se mantuvo elevado, contra las bajas experimentadas por Brasil y México, porque los operadores no ven soluciones a la crisis social y financiera por la que atraviesa la Argentina.
En tanto, en las próximas horas arribará al país una misión del FMI (ver aparte) que revisará las cuentas públicas del primer trimestre, que según proyecciones oficiales presentan un déficit de unos 3.100 millones de pesos, lo que representa un desvío de 1.000 millones respecto a los compromisos firmados con el organismo.