Fernando Avendaño (*)
Estar alfabetizado, en la actualidad, implica disponer de una serie de capacidades complejas para enfrentarse con distintos tipos de textos, según diversidad de soportes (papel, pantalla, etcétera). Existe una estrecha relación entre la alfabetización y el pensamiento, en tanto los textos son representaciones externas de la crítica, la reflexión y las representaciones de los acontecimientos del mundo y del mundo interior. En tal sentido el concepto de alfabetización se ha extendido al manejo de otras formas de representación simbólica (computacional, matemática, lógica) que dan la posibilidad de hipotetizar, apropiarse instrumentalmente de la realidad, modificarla y modificarse. Es crucial, entonces, alcanzar la meta de la alfabetización total, para todas las personas de nuestras sociedades, para lo cual la escuela deberá convertirse en el ámbito donde los niños puedan acceder a la interacción con todas las formas de representación simbólica, atendiendo no sólo a la información y saberes que ponen en circulación sino también a sus formas particulares de producción y organización y a la ideología que sustentan. (*) Docente e investigador de la Universidad Nacional de Rosario
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