Según la Unesco, unas 830 millones de personas adultas llegarán al 2010, sin saber leer y escribir; lo que representa a uno de cada seis seres humanos. Hoy, son más de 875 millones de personas jóvenes y adultas los que engrosan las cifras del analfabetismo, en tanto que 113 millones de niños están fuera de la escuela. En estas cifras, las mujeres son las más perjudicadas. Por si fuera poco, muchos de los que han pasado por el sistema escolar, no logran comprender lo que leen y escriben, y forman parte de un nuevo fenómeno: el iletrismo; y a pesar de que los índices de escolaridad han aumentado en América latina, la deserción y repitencia aumentan notablemente. Ante semejante panorama Naciones Unidas impulsa una visión renovada de lo que se entiende por alfabetización, apostando a trabajar en los próximos 10 años por una "Década de la Alfabetización".
Para tal acción global, la ONU ha lanzado para la difusión, discusión y consulta el documento base "Alfabetización para todos" (www.unesco.org/education/litdecade/) con los fundamentos para esta década. En líneas generales, se trata de dar a través de una "visión renovada" un impulso mayor a las cuestiones de alfabetismo y alfabetización, no limitada solamente a los adultos, sino a la población de niños y jóvenes que se encuentran fuera y dentro del sistema escolar.
Voluntad política
Tal como se indica en el documento, la alfabetización no se encuadra sólo en el lápiz y el papel sino también en el manejo del lenguaje escrito a través del teclado y las tecnologías digitales. Por ello el énfasis no está puesto, como antes, únicamente en el acceso al sistema escolar o en un programa determinado de alfabetización, sino en el aprendizaje real y significativo de esa alfabetización por parte de las personas.
En los últimos 50 años no fueron pocos los esfuerzos a nivel mundial por revertir las cifras de analfabetismo. Sin embargo, los expertos señalan que "fueron insuficientes, descoordinados, con continuos aplazamientos de las metas". Al mismo tiempo que indican que si algo queda en claro es que para lograr la alfabetización universal "se requiere una voluntad política renovada para pensar y hacer las cosas de manera diferente a nivel local, nacional e internacional". Para lo cual es crucial el rol que cumpla el Estado, así como también hacer frente a los problemas estructurales que reproducen la pobreza y el analfabestismo.
Además, la Unesco advierte que las perspectivas para lograr esta alfabetización global no son alentadoras en tanto se continúe con las tendencias actuales: se estima que para el 2010 la proporción de adultos analfabetos sólo descendería de un 20% a un 17%. A esto se suma una buena cantidad de la población mundial que es considerada y se considera a sí misma como alfabetizada, pero que tiene serias dificultades para hacer uso del dominio comunicativo. Así, el iletrismo aparece como una nueva preocupación tanto en sociedades altamente alfabetizadas y escolarizadas como en las más pobres.
La decisión de pensar en una década de la alfabetización se tomó en diciembre de 1999 por la Asamblea General de las Naciones Unidas; medida analizada y respaldada en el Foro Mundial de la Educación realizado en abril de 2000 en Dakar, donde surgieron las bases de "Alfabetización para todos: una visión renovada para un plan decenal de acción". El extenso trabajo fue elaborado por un grupo de expertos e investigadores de distintos países; entre ellos la pedagoga ecuatoriana e investigadora de la Unesco Rosa María Torres, que también representó a la Argentina.