Sereno pese a la euforia que se vivió en la Bombonera, el entrenador Carlos Bianchi aseguró que "Boca fue superior y ganó merecidamente", y afirmó que le gustaría que Riquelme no sea transferido a Barcelona. "Lo que me da satisfacción es que, más allá de los cambios de nombres y de sistema, el equipo estuvo a la altura de lo que significaba el partido. De la noche a la mañana no se puede armar un equipo con una actitud similar al que el año pasado ganó todo. Esto demuestra que vamos por el buen camino", señaló Bianchi sin apartarse de su bajo perfil. El técnico sostuvo que en el primer tiempo "Boca presionó e intentó atacar siempre" y confió que en el descanso les dijo a sus jugadores que "si seguíamos en ese nivel a River se le iba a ser difícil sostener el nivel que habíamos impuesto. Hubo una superioridad mucho más amplia en el segundo que en el primer tiempo y la victoria es lógica". Ante otra pregunta, en este caso sobre qué le gustaría decir de Riquelme, la gran figura de la cancha, dijo, escueto pero contundente: "No quisiera que se vaya". En tanto, en un vestuario pleno de algarabía, el lateral Hugo Ibarra, autor del primer gol de Boca, aseguró que en la jugada previa a la conquista "pensaba meter el centro, pero cuando vi que la pelota lo pasaba a Damián Alvarez me animé a pegarle al arco. Por suerte, entró y disfruté una de las alegrías más grandes de mi carrera". Por su parte, Guillermo Barros Schelotto dijo que le quitó la pelota a Riquelme para ejecutar el penal porque "tenía ganas de patear uno contra River". "Es lindo hacerle un gol a River y, como después de Martín (Palermo, actualmente en el Villarreal de España), el encargado de patearlo era yo... y aproveché", recordó con una sonrisa.
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