La aftosa y el mal de la vaca loca no impactan sólo sobre el mercado internacional de las carnes sino que afectan al sector granario. En rigor, cada nuevo caso de cualquiera de estas enfermedades que se presenta en algún país del mundo, genera un movimiento en los precios. Los analistas no se atreven a predecir cómo reaccionará cambiar la demanda de ciertos productos, como las harinas vegetales o los cereales. Por otra parte, los granos suelen ser un elemento de presión, como sucedió con Brasil, quien había prohibido el ingreso de productos argentinos, trigo y maíz, entre otros, por temor que se filtre la enfermedad a través de los cargamentos.
La aftosa y el mal de la vaca loca le agregaron un condimento extra al mercado granario y los analistas están atentos a estas enfermedades con ciertos efectos bajistas.
"El mercado está enrarecido", afirman desde Nóvitas, y aseguran que la crisis sanitaria del mercado ganadero influye no sólo sobre el maíz y los granos forrajeros sino también en la soja y el trigo.
En rigor, la decisión de Brasil, ahora suspendida, de comprar granos argentinos, implicaría al país una pérdida de 800 millones de dólares. Ese episodio también fue un elemento de presión para la plaza local.
Por otra parte, los países-potencia han aumentado sus barreras paraarancelarias y los analistas confirman que el ansiado aumento de la demada de la harina de soja no se produjo como se esperaba. De todas maneras, reconocieron que las harinas presentan cierta estabilidad pero la situación no va a cambiar en la medida de que no se reactive nuevamente el consumo de carne, sobre todo en Europa.
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