Año CXXXIV
 Nº 49.080
Rosario,
sábado  07 de
abril de 2001
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La campaña
La supercosecha avanza con los precios por el piso
Gracias a la biotecnología, se trilla la soja casi a la par del maíz. Los precios no son alentadores, aunque los analistas afirman que están tocando su piso

Fabiana Monti

Las máquinas están a full cosechando el maíz y la soja en Argentina que, gracias a los avances de la biotecnología, casi se empiezan a trillar simultáneamente. A pesar de que las lluvias vienen demorando el trabajo en los campos, la campaña sojera se sigue perfilando como récord no sólo en el país sino en Sudamérica. El escenario de los precios muestra un perfil bastante alicaído y los analistas no observan demasiadas variables positivas que indique algún repunte interesante para los oleaginosas. Las mejores posibilidades vienen de la mano de los cereales como el maíz y trigo que tienen a su favor una menor relación stock consumo a nivel mundial.
La mayoría coincide en que el mercado está muy sensibilizado no sólo por sus factores intrínsecos como la producción, los stocks y el clima, sino también por variables inciertas como la aftosa y la vaca loca.
Las lluvias de las últimas semanas vienen demorando las expectativas de los productores argentinos, ávidos de poder cosechar su soja para poder hacer frente a sus deudas.
Los operadores del mercado local comentaron que las órdenes de venta tienden a asegurar la mercadería que va entrando en los silos y a entregar la mercadería de los acuerdos realizados con anterioridad. Las industrias muestran bastante interés para ir stockeándose para la molienda y cumplir los compromisos adquiridos.
Las máquinas alternan entre los lotes listos de la soja temprana y el maíz que en las últimas campañas y gracias a la nuevas tecnologías, se vienen cosechando casi simultáneamente.
Los márgenes dejan mucho que desear y, como señaló el gobernador Reutemann, en los años con buenos precios los rendimientos no son los mejores y cuando se logran los récord de producción, los precios vienen para abajo. "Parece que alguien moviera los hilos", afirmó.
Según los datos suministrados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, los rendimientos promedios registrados en las zonas donde se levantó soja oscilan en los 33 quintales por hectárea y la producción estimada para el país gira en torno a los 25 millones de toneladas.
En Brasil la cosecha también viene viento en popa por lo cual la cosecha sudamericana es un factor que está "aplastando" el precio de la soja. Sumado a ello, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), en su último informe, dio cuenta de un aumento mayor a lo esperado en el área a sembrarse en ese país con la oleaginosa. De las 30,17 millones de hectáreas de la campaña pasada se prevé pasar a 31,05 millones para este año. En tanto, el informe para el maíz, dio un retroceso del 3,6% mientras que para el trigo pronosticó también una baja del 3,6%.
Para los analistas estos guarismos arrojan mejores posibilidades para los cereales pero son desfavorables para los oleaginosos.
"Si el clima sigue estando muy húmedo se pueden cambiar los números del área a sembrar en los Estados Unidos pero sin duda, la oferta está complicada porque hay mucha", afirmó Diego de la Puente, de la consultora Nóvitas.

Mercado complicado
De todas maneras, no todas son malas noticias y desde la perspectiva de Pablo Adreani, de la consultora Agripac, estaría llegando a ciertos niveles piso, gracias a la estabilidad de las harinas y pese a la baja de los aceites.
Lo cierto es que el mercado no solo está sensibilizado por las noticias de clima y de cosecha sino también por la eclosión del problema de la vaca loca en Europa, y por la aftosa en Argentina y el viejo continente.
"El mercado está enrarecido con estas noticias y todo el tiempo circulan rumores que provocan una alta volatilidad", indicó De la Puente.
En ese sentido, en noviembre del año pasado, cuando estallaba la crisis en la Unión Europea por la BSE, las expectativas estaban concentradas en la posibilidad de que aumentara la demanda de harinas vegetales. Eso le daba un plus a la soja pero para los analistas ese aumento no se produjo debido a un menor consumo de carne, el sacrificio de rodeos bovinos y ovinos y por ende un menor consumo de granos forrajeros. El maíz también sufrió los coletazos de la situación aunque consigue mantener cierta firmeza.
Otra mínima luz de esperanza para la soja disponible es que aumente la demanda del poroto de exportación. "El año pasado esta mayor demanda hizo subir más de 35 dólares por tonelada en época de cosecha y eso puede sostener el mercado y una potencial baja", especificó el analista de Agripac.

Estrategia flexible
Sin duda el mercado está condicionada por una serie de factores bastante imprevisibles por lo cual nadie se anima a hacer predicciones. Los consejos de cobertura sugieren pensar estrategias de comercialización flexibles que, según De la Puente, "tienen que apuntar a darle un piso a la rentabilidad sin sacrificar los plus que puede haber si los productos se van para arriba".
En ese sentido, China, una de los compradores más importantes de esta materia prima, está empezando a mirar hacia la soja sudamericana para proveerse de mercadería. Sus tensas relaciones con Estados Unidos pueden agregar un condimento a estas especulaciones.
En el caso del maíz, el panorama es más alentador, ya que el Usda da cuenta de una menor producción en el país del norte, del 4%, en tanto que China disminuyó los precios internos, además de desmantelar algunos sistemas de apoyo al sector agrícola como condición para entrar en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
"El escenario es mejor, ya que además de estos factores, existe más demada de maíz y los americanos perdieron un importante volumen de exportación", indicó Adreani.
Si bien también sufrió los efectos de la retracción en el consumo de forrajes por el mal de la vaca loca, la relación stock-consumo sufre su tercer año consecutivo de caída y, para algunos, la firmeza que presenta el cereal puede ir marcando un cambio de tendencia.
De todos maneras, los analistas estiman que es difícil que en la próxima campaña pueda avanzar sobre la soja porque la oleaginosas, en función de los transgénicos y las nuevas tecnologías, sigue siendo la "opción" más barata.
"La rentabilidad sigue siendo la prioridad y los números cierran con la soja a pesar de que los precios no sean los de los tiempos de gloria", afirmaron.



Gracias a la biotecnología, la soja y el maíz están siendo cosechadas en el mismo momento.
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