Protocolar como pocas, toda entrevista con el Papa debe seguir una serie de estrictas pautas. Sorprendió que durante la visita de De la Rúa se haya rezado el Padrenuestro. Conmovido por el momento de oración, el presidente le pidió al Pontífice que se haga lo propio con el Rosario. Tras acceder a la petición, Juan Pablo II evocó a "Nuestra Señora de Luján", a lo que todos respondieron "ruega por nosotros". Pese a los escasos 24 minutos de que disponía, De la Rúa encontró el momento justo para quitarle solemnidad al encuentro. Fue durante el intercambio de obsequios. Cuando el Papa recibió una coqueta caja de plata con té, que -se dijo luego- provenía de su provincia natal, el presidente no pudo dejar de explicarle a su anfitrión que "hay diferentes clases de té: el de tilo sirve para dormir bien, y de boldo es bueno para el estómago". Cordobés al fin.
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