El presidente Fernando de la Rúa completó ayer su gira por Italia cumpliendo con la ya tradicional entrevista privada con el Papa Juan Pablo II. Como en su momento Raúl Alfonsín y Carlos Menem, el primer mandatario fue recibido en el Vaticano por el jefe de la Iglesia Católica, quien aprovechó la ocasión para hacerle algunas "recomendaciones".
Entre otras sugerencias, el Papa le pidió que trabaje por la igualdad social y por una economía al servicio de cada individuo y que "evite cualquier conducta que pudiera favorecer la corrupción y la pobreza".
Después de los 24 minutos que duró la audiencia, de la Rúa puntualizó que las sugerencias pontificias fueron sólo "generales", sobre todo orientadas a "defender la vida, defender la dignidad del hombre, luchar contra la pobreza, privilegiar el amor y defender la familia".
En el documento, que le fue entregado en mano al presidente, el Pontífice puso el acento sobre las medidas que "urgen" en la Argentina para "crear un clima de equidad social, favoreciendo una mayor justicia distributiva y una mejor participación en los grandes recursos con los que cuenta el país". Además, le pidió que escuche la voz de los obispos argentinos para "evitar aquellos comportamientos que pudieran favorecer la corrupción, la pobreza y todas las demás formas de violencia social que derivan de la ausencia de solidaridad".
El Papa confió, sin embargo, en "las grandes reservas morales del pueblo argentino" y destacó además que la Argentina haya sostenido con empeño "el respeto a la vida desde su concepción hasta la muerte natural" en los diversos foros de debate internacional. Esto último fue un reconocimiento a la posición antiabortista del propio De la Rúa, en línea -aunque más mesurada- con la cruzada emprendida por Menem.
Que caigan las barreras
Por su parte, en el mensaje que le entregó a Juan Pablo II, De la Rúa delineó los objetivos de su plan de gobierno y su aspiración a que "caigan las barreras y muros que impiden el acceso de nuestros productos". Preocupado por el tema económico, no dejó de advertir que "el proteccionismo de algunos países centrales es una manifestación evidente de injusticia".
El presidente le aseguró luego al anciano Pontífice que la voz de los argentinos se une "vehementemente" a la suya cuando intercede por "los más desprotegidos, los niños por nacer, los enfermos y ancianos amenazados por las leyes de eutanasia".
La delegación argentina, once personas en total, llegó a las 11 de ayer (hora italiana) al Vaticano para la entrevista con el Papa. De la Rúa, un ferviente católico, concurrió acompañado por su esposa, Inés Pertiné, y sus tres hijos (Agustina, Antonio y Fernando), y por el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini.
Durante el coloquio privado, le comentó al Pontífice la situación Argentina y luego le presentó a todos los miembros de la comitiva.
A la hora del clásico intercambio de obsequios, el Papa le regaló a su visitante un cuadro de una Virgen en sobrerrelieve. Por su parte, De la Rúa le entregó el Digesto de Derecho Eclesiástico, editado recientemente por la Secretaría de Culto y una caja de plata que contenía té argentino.
Antes de despedirse, el presidente agradeció el amor del Santo Padre para con el pueblo argentino y le pidió "fuerzas para ir mar adentro, en la nave común", citando un pasaje del exhortación apostólica para el nuevo milenio.
El Papa, por su parte, no dejó pasar la ocasión para referirse a los desaparecidos durante la pasada dictadura militar: "Con amor, rezo por la paz de Dios para aquellos que murieron, y por la gracia de la reconciliación nacional".
De la Rúa se reunió luego con el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado de la Santa Sede, con quien analizó la realidad mundial y -según el presidente- "él mismo sacó el tema de la ley de salud reproductiva que se analiza en el Congreso nacional".
La delegación argentina culminó su gira de cuatro días a Italia visitando el Archivo y Biblioteca Vaticana, que regentea el purpurado argentino Jorge Mejía, y a las academias pontificias de Ciencias y Ciencias Sociales, cuyo responsable es otro coterráneo, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo.
Antes de abordar Tango 01 en el aeropuerto militar de Ciampinopara regresar a Buenos Aires, De la Rúa ofreció una cena en honor del cardenal Sodano en la embajada argentina ante la Santa Sede.
De vuelta al trabajo
Luego de haberse reunido en Europa con el presidente de Italia, Carlo Ciampi, y otros líderes políticos y empresarios italianos, De la Rúa no perderá roce internacional cuando regrese al país (hoy a las 11). Este fin de semana tiene previsto encuentros con el presidente de la República Popular China, Jiang Zemin; el primer ministro de Francia, Lionel Jospin, y el ex jefe del Gobierno español Felipe González.
La semana próxima De la Rúa comenzará a preparar el viaje que realizará el 18 de abril a Washington, donde se reunirá con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush. La nueva gira presidencial se extenderá luego a Canadá, donde participará, en Quebec, de la III Cumbre de las Américas.