Año CXXXIV
 Nº 49.079
Rosario,
viernes  06 de
abril de 2001
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El día después. Los once detenidos quedaron libres y con heridas en el cuerpo
Baltuzzi justificó la dura arremetida policial contra los remiseros truchos
El jefe de la fuerza, Previtera, admitió responsabilidades. El intendente Pedro González reclama renuncias

El ministro de Gobierno de la provincia, Angel Baltuzzi, avaló ayer la violenta represión que un centenar de policías del Cuerpo Guardia de Infantería desplegó antenoche sobre un grupo de remiseros ilegales provenientes de Villa Gobernador Gálvez. "El uso de la fuerza está previsto cuando alguien resiste una orden judicial", señaló el funcionario el día después de que los uniformados desataron una dura carga contra los choferes que resistieron el secuestro de un remís, en Corrientes y Gálvez. El saldo del operativo fue de once detenidos (liberados en la mañana de ayer) y cerca de cincuenta heridos.
En cuanto a la responsabilidad sobre el operativo, el jefe de la Unidad Regional II de Policía, Francisco Previtera, dijo que "todo" lo que ocurre en su jurisdicción es de su incumbencia y anunció que iniciará una investigación interna para determinar si hubo excesos por parte de los policías.
Desde Villa Gobernador Gálvez, encolerizado y con su particular estilo, el jefe comunal de esa vecina ciudad, Pedro González, exigió a los gritos las renuncias de los responsables de la represión y consideró que "faltó sentido común" en el operativo policial.
Horacio Benvenutto, el titular del Juzgado Correccional Nº3 que dio la orden de secuestro del vehículo, admitió que instruyó que se actuara sobre los remiseros, aunque no fue claro en cuanto a los métodos que se debían utilizar. "En forma extrema y moderada", sostuvo.
El magistrado, a la vez, abrió otra investigación para determinar si existieron "conductas ilícitas" por parte de los choferes que resistieron el decomiso del remís, al tiempo que giró documentación al Juzgado de Instrucción a cargo de Alejandra Rodenas, donde se investigará el accionar policial.

Acusaciones y ánimos crispados
El día después del megaoperativo policial que se desplegó la noche del miércoles para decomisar un remís trucho encontró los ánimos de funcionarios, policías y choferes visiblemente alterados y con muchos celulares apagados. Es que las imágenes de la represión desatada en el sur de Rosario después de que un inspector municipal detectó un remís de Villa Gobernador Gálvez, todavía estaban frescas en las retinas de choferes y policías. Las marcas de bastonazos y balas de gomas hicieron imposible olvidar lo ocurrido.
Pese al violento accionar de los uniformados, el ministro de Gobierno Angel Baltuzzi admitió a La Capital que "no había alternativa para la policía", y descartó de plano la posibilidad de algunos cambios en la conducción de la fuerza por los excesos en el operativo.
"Los agentes persuadieron al remisero durante las cuatro horas que estuvo encerrado en el auto y le repitieron tres veces la lectura de la orden de un juez. ¿Qué iban a hacer, se iban a ir porque un individuo no les hacía caso", se preguntó el funcionario.
Desde la Jefatura de Policía, Previtera admitió: "Yo soy responsable de todo lo que se haga en la Unidad Regional II". Pero evitó tomar posición cuando se lo consultó sobre la actitud de los uniformados. "No soy la persona adecuada para manifestarlo", respondió durante una entrevista que concedió a Canal 3, y luego prefirió llamarse a silencio. Además, convocó a la reflexión a las personas que rodearon el vehículo para impedir el accionar de los uniformados. "Los llamo a la cordura", reclamó.
Previtera también admitió que fue él quien impartió la orden de que se hicieran presentes los efectivos de Infantería que anteanoche regresaban de custodiar un partido de fútbol. Subrayó, además, que "cinco policías terminaron heridos, tenemos escudos rotos y hay un casco con la visera literalmente arrancada por algún golpe de piedra".
El intendente de Villa Gobernador Gálvez, Pedro González, repudió el hecho desde temprano. El jefe comunal había estado hasta las cuatro y media de la mañana en la seccional 5ª de Rosario, donde fueron llevados detenidos nueve hombres y dos mujeres que resistieron el secuestro del remís de la vecina localidad.
"Para un negrito que gana dos o tres pesos y que está arriba de un auto hacen falta 80 o 100 policías con cascos y garrotes. ¿Adónde iban a pelear?", se preguntó, al tiempo que consideró que en el operativo "faltó sentido común, no sé de quién, pero me parece que se fueron de mambo".
González señaló que "el responsable se tiene que ir al carajo por inservible".



Tras la represión, la Infantería persiguió a remiseros por el barrio.
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