 | E l extenso informe sobre sobornos en la noche rosarina publicado por La Capital el pasado domingo no hizo más que reavivar una hoguera que hace largo tiempo se hallaba encendida. Ocurre que, en rigor a la verdad, lo más grave de este de por sí grave asunto es que cada uno de los detalles novedosos que en torno suyo surgen parece remitir a un todo demasiado conocido y, por esa misma razón, peligrosamente omitido -e incluso tolerado- hasta el hartazgo. Las denuncias que obran en sede judicial inv... |