Las dos tandas libres de 45 minutos, previas a la hora de clasificación oficial, son siempre un mejor parámetro que las dos horas de ensayos de los viernes, porque ya se empieza a trabajar con las configuraciones propias de la hora de cronometraje que vale (es decir, menor carga de combustible, motor con más revoluciones). Y en ese contexto, el colombiano Juan Pablo Montoya dio la gran nota de la mañana en Interlagos, quedándose con el mejor tiempo y demostrándole a Ferrari y McLaren que Williams puede ser la tercera opción en una Fórmula 1 dominada desde hace tres años por el binomio italiano-inglés. El colombiano empezó así a darle razón a quienes le auguran un gran futuro en la máxima categoría. El cuarto lugar de la primera tanda, delante de su coequiper y de Rubens Barrichello fue el aviso de lo que vendría después. Y cuando se habían cumplido 15 minutos de la segunda tanda, Montoya marcó el mejor tiempo que no pudo ser superado luego, pese a los numerosos intentos de los hombres de McLaren y Ferrari. La prueba más evidente de que buscaron permanentemente bajar al colombiano, fueron las numerosas bloqueadas de los cuatro pilotos, sobre todo al final de la recta principal. Además, con un tiempo de 1m13,963s, Montoya fue el primero en bajar el récord de la pole position del 2000 en poder de Hakkinen, de 1m 14,111s, y si lo hubiera mantenido en clasificación hubiera sido segundo. En un momento, Ralf Schumacher colocó al otro Williams en segundo lugar pero luego fue superado por Hakkinen y Coulthard. Pese a la piña de la clasificación, el colombiano y el equipo Williams le dieron un hálito de renovación a la Fórmula 1.
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