El presidente de Boca, Mauricio Macri, ironizó ayer acerca de la millonaria transferencia a Barcelona del armador Juan Román Riquelme, al comentar que "River esta contento por la venta de Román porque futbolísticamente nos estamos quedando pobres". "Sin dudas, el pase es un gran negocio por la calidad de Riquelme, que tiene un valor único, más la vidriera y el prestigio de Boca", comentó Macri. Los dirigentes del Barcelona "tienen 30 días para llegar a un acuerdo con Riquelme", quien vestirá la camiseta xeneize por última vez en la Copa Libertadores y Clausura, más allá de que el club catalán se lo cederá a Boca en agosto para el Mundial de Clubes que se disputará en España. Luego admitió -mitad en broma, mitad en serio- que la transferencia del talentoso futbolista implica "hacer un sacrificio que pone contento a River porque futbolísticamente nos estamos quedando pobres". Los 22 millones de dólares que ingresarán a las arcas xeneizes "ya sabemos dónde se gastarán" -enfatizó- y, entre las prioridades, puntualizó a la cancelación de deudas con el plantel profesional y la conclusión de obras de ampliación del predio de Casa Amarilla, para lo cual "se le comprarán tres manzanas al Gobierno de la Ciudad" de Buenos Aires.
| |