La vigencia del grotesco en el teatro

La puesta de "Mateo", del Centro Experimental Rosario Imagina, está interpretada por Jorge Ferrucci, Ricardo Arias, Cecilia Bolis, Cristián Marchesi, Flavia Laveggi y Gustavo Trabajo. La obra sube a escena hoy, a las 21, en el Teatro de la Manzana, ofrece otra función mañana, en el mismo lugar y hora, y seguirá durante todos los sábados y domingos de abril, mayo y junio.
Para Rody Bertol, el director de la puesta en escena, "Mateo", de Armando Discépolo, es una obra que, pese a haber sido escrita hace casi 80 años, conserva su actualidad. "Discépolo plantea una sociedad animalizada, donde los hombres pelean como fieras y compiten sin memoria. El nombre de la la pieza no es el protagonista sino el del caballo.
La obra es la historia de un inmigrante italiano que toda la vida mantuvo a su familia trabajando como cochero. Un día aparece el automóvil y los cocheros quedan afuera del mercado. Está grande y siente que no puede cambiar, entonces de debate en duelo sobre lo moral: cómo hacer para alimentar a su familia, ¿tiene que salir a robar?", explicó Bertol.
El impacto de "Mateo", recordó Bertol, fue tan grande que su nombre sirvió para denominar a los coches tirados por caballo, lo mismo que pasó en su momento con "Canillita", la obra de Florencio Sánchez, cuyo nombre se empezó a utilizar para denominar a los vendedores de diario.
"Mateo" es considerado uno de los pocos clásicos del teatro argentino y en esta obra por primera vez Discépolo usó la palabra "grotesco" para definirla.
La puesta de "Mateo" se inscribe en una larga tradición de representaciones de obras de Discépolo en Rosario. Según Bertol, casi todo hombre y mujer de teatro local se formó, entre otros aspectos, viendo las versiones que en la ciudad se hicieron del autor de "Babilonia".