Ciudad de México. - El conservador Partido Acción Nacional (en el poder), uno de los más fuertes críticos a que los zapatistas usaran la tribuna del Congreso, consideró "un gesto positivo" la disposición mostrada por los líderes rebeldes a reanudar el diálogo. El sector duro del partido del presidente Vicente Fox, se mostró más conciliador, después de la histórica sesión en la que cuatro comandantes indígenas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) defendieron una iniciativa de ley de derechos indígenas. El PAN afirmó que muchas de las preguntas planteadas por los legisladores no fueron contestadas, pero se mostró convencido de que podrán aclararse en la discusión legislativa. La agrupación prometió a través de un comunicado aportar "un trabajo honesto, reflexivo y de compromiso patriótico". El senador Diego Fernández de Cevallos, uno de los más críticos, dijo: "Fue un gran día para los mexicanos". "Lo importante es que sucedió algo esperanzador", sostuvo, tras indicar que deben dejarse atrás las diferencias y mirar hacia adelante. El presidente del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, indicó que su partido no se arrepiente de no haber participado en la sesión y aseguró que esta fuerza política siempre ha apoyado "la estrategia del presidente a favor del diálogo".
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