Jerusalén, Washington y Gaza. - Estados Unidos llamó ayer a israelíes y palestinos a la moderación, por temor a que el violento conflicto en el que ingresaron de lleno en las últimas horas quede finalmente fuera de control. Con los resultados aún frescos de los bombardeos israelíes sobre los territorios ocupados, el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, conversó ayer con los miembros más destacados de su gabinete sobre nuevas acciones militares contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP). El gabinete otorgó a Sharon, junto al ministro de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, y al ministro de Defensa, Benjamin Ben Elieser, el poder de decidir en el futuro sobre las intervenciones militares. El líder palestino Yasser Arafat, cuya residencia en Gaza fue dañada por los ataques del miércoles, advirtió que este es sólo el principio de una prolongada escalada militar israelí, pero que los ataques aéreos no frenarán la insurrección palestina. Ante la situación, en el marco de una conferencia de prensa convocada en forma apresurada, el presidente de EEUU, George W. Bush, instó a las partes a dejar de lado todo aquello que pueda conducir a una agudización del conflicto. El mandatario llamó específicamente a los palestinos a pronunciarse públicamente en contra de la violencia, a arrestar a "los autores de los actos terroristas" y a reanudar la cooperación en materia de seguridad con Israel. A los israelíes, Bush los instó a usar con moderación su respuesta militar y a aligerar el cierre económico y las restricciones en los territorios palestinos. Dando cuenta de los últimos hechos de violencia, fuentes palestinas indicaron que soldados israelíes ultimaron ayer al este de la Ciudad de Gaza a dos jóvenes palestinos e hirieron a otros tantos. En la última madrugada, un palestino había sido asesinado en la Franja de Gaza cuando intentaba atacar un puesto militar israelí. Usando un uniforme de Fuerza 17, el cuerpo de seguridad de Arafat, el palestino abrió fuego con un arma automática contra los soldados en el cruce de Netzarim, informó la radio israelí. Asimismo, francotiradores palestinos dispararon contra varios enclaves judíos, ocasionando represalias de los tanques del Estado judío, y hubo peleas a pedradas entre colonizadores judíos y civiles palestinos hasta que las tropas israelíes los separaron recurriendo a granadas de aturdimiento. Dos comercios palestinos fueron incendiados, con lo que son cinco los establecimientos que han corrido esa suerte desde que un francotirador palestino mató el lunes a una bebé judía de 10 meses. Arafat, que ayer visitó los edificios afectados, se mostró poco impresionado y afirmó: "Este no es nuestro primer enfrentamiento, ni la primera agudización y tampoco la primera guerra que nosotros pasamos. Ni la ocupación, ni las muertes harán estremecer a este pueblo". A su vez, el secretario general del movimiento palestino Al Fatah en la zona de Gaza, Ahmad Jilis, aseguró que sus hombres llevarán a cabo atentados dentro de territorio israelí.
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