Maximiliano Aydar no era inspector de la Dirección de Registración e Inspección de la Municipalidad, sino sólo un "empleado administrativo" con categoría 13, que ganaba un sueldo de algo más de 400 pesos al mes. Así lo reveló ayer a La Capital el abogado de Aydar, Horacio Allende Rubino. Su cliente es uno de los tres funcionarios municipales sindicados como quienes pedían coimas para no clausurar bares con cualquier excusa. Allende manifestó que al no ser inspector, Aydar ni siquiera tenía facultades para clausurar un local. "Cuando él ingresó, en 1994, trabajó como secretario de quien ejercía el cargo de director de Registración e Inspección. Después lo enviaron a la calle a acompañar a los inspectores municipales en los procedimientos, pero él no tenía autoridad para clausurar nada", explicó el abogado. Según esta versión, Aydar iba a los procedimientos "como testigo", es decir para firmar las actas labradas por los inspectores. "Pero él no podía establecer si un bar estaba o no en infracción, y tampoco estaba autorizado a confeccionar las actas. Simplemente acompañaba", dijo Allende. Hasta ahora, solamente una persona acusó directamente a Aydar de pedirle una coima. Pero ni siquiera se trata del denunciante original, sino del hijo de la denunciante, que es la dueña del bar Sabor.
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