En el inicio del año lectivo las escuelas exigen a sus alumnos exámenes de salud que resultan muy importantes. Estos determinan el estado general de los chicos para afrontar las tareas y rendir en su máximo potencial, al mismo tiempo evitan la propagación de enfermedades y, de esa forma, se previene una serie de problemas. Tal cosa sucede cuando, por ejemplo, se tilda a un alumno de distraído y en realidad aquél sufre una afección en sus ojos.
El estudio clínico permite determinar el estado general de los niños, su crecimiento y desarrollo, además de los hábitos higiénico-dietéticos.
La prevención de enfermedades infecto-contagiosas en la infancia no es sólo una misión de los profesionales de la salud, sino también de los padres y los maestros.
Respecto de la vacunación hay que considerar:
* El primer año de vida (con dosis y refuerzos correspondientes de acuerdo al calendario actualizado).
* El ingreso escolar (con controles y refuerzos correspondientes).
* La adolescencia (con revisión del carné de vacunación y actualización del mismo).
Examen visual
El desarrollo de la visión es un proceso evolutivo desde que el niño nace y que culmina alrededor de los 6 a 7 años de edad. Cualquier interferencia en ese período de labilidad puede determinar alteraciones irreversibles.
Con el fin de poner en evidencia afecciones que habitualmente pasan inadvertidas para padres y maestros, pero sobre todo para el mismo niño, que a esa edad es incapaz de interpretar su déficit, es necesario realizar un control antes del ingreso escolar, si es posible cada dos años o según sugiera el profesional.
La mecánica utilizada para el examen carece de trauma alguno, es sumamente sencilla y pone de manifiesto rápidamente las dificultades que se presenten.
Por otra parte, es importante que el niño y el adolescente comiencen su actividad física con el máximo de seguridad cardiológica. A esto apunta el análisis cardiovascular: al descarte de cardiopatías congénitas (enfermedades del corazón desde el nacimiento), al asesoramiento de niños y adolescentes operados (calidad de vida), al reconocimiento de cardiopatías adquiridas y soplos no orgánicos funcionales y al control de la presión arterial. Este tipo de prevención lleva al diagnóstico correcto y posibilita el tratamiento adecuado, disminuyendo factores de riesgo.
Higiene y dieta
La inmensa mayoría de los niños es consumidora de dulces, principal agresor de la dentadura, originando caries, que si no son detectadas y tratadas en forma temprana provocan trastornos de salud en general.
El examen bucal a los 5 ó 6 años de edad reviste particular importancia por la aparición del primer molar permanente, guía orientadora en la ubicación de los demás dientes.
Es imprescindible, en esta etapa de la vida, que el niño sea controlado y educado sobre las medidas preventivas de higiene y dieta adecuada, evitando de esta manera tener que someterlo a tratamientos largos y molestos.
Además durante la iniciación escolar del niño, el estudio auditivo permite establecer los umbrales mínimos de audición y determinar tempranamente todos los problemas que puedan presentarse, tanto en el oído normal como en el hipoacúsico (disminución de la audición).
La capacidad auditiva es fundamental para el desarrollo y organización del lenguaje, materia prima de la lengua escrita y pilar fundamental de la formación pedagógica. El objetivo principal de este examen es la prevención de patologías auditivas, que detectadas oportunamente permiten elegir un tratamiento óptimo, evitando así que el niño afronte problemas sociales y educativos.
Capacidad auditiva
La Ciudad
