La torta para el festejo de los 100 partidos de Diego Simeone con la camiseta nacional se va a cortar cuando finalice el partido. "La verdad es que el festejo está bien porque no todos los días se llega a esa cifra", comentó a Ovacion el jugador de Lazio. Con una década de experiencia es uno de los símbolos de la selección y hoy batirá todos los récords cumpliendo un centenar de partidos jugados. Esta permanencia se la debe a su constancia y entrega más que a sus virtudes técnicas. Y a la clave para ser un jugador eterno la explicó con sus propias palabras: "Nunca me creí un jugador indispensable". -¿Qué es lo mejor que dejan estos 100 partidos? -Para mí la máxima satisfacción es jugar para la selección, ponerme la camiseta y salir a la cancha. -¿Tenés especial cariño por algún momento en estos diez años? -De los 100 partidos tal vez el que más recuerdo fue cuando ganamos la Copa América en el 91, incluso tuve la suerte de hacer un gol importante en aquel partido. Y por supuesto el recuerdo más triste es con Holanda en el Mundial 98. -¿Cómo se vive el récord? -Hay momentos que me pregunto, ¿cómo es que yo tengo más partidos que Diego o Kempes? Me quedo un poco cortado, sin entender. Después caigo en la cuenta de que todo lo que logré fue en base a mucho sacrificio, a la perseverancia. Además, jugando siempre en Europa es todavía más difícil. -¿Sienten que el equipo está pasando un gran momento? -El momento actual de la selección tiene un parecido al del 91 en la Copa América o al 94 en el Mundial, cuando sentías que era muy difícil que alguien te pueda ganar. Es un estado de grupo, una sensación de estar bien y ganadores. -Están para jugar el Mundial ahora... -Es cierto que estamos maduros, pero la realidad es que el campeonato se juega el año que viene, así que la clave será mantener la humildad y un buen trabajo para conservar el nivel hasta el 2002. -Aún clasificando, vendrán partidos difíciles de visitante que servirán como prueba. -En estos momentos cuando está todo tan bien, clasificamos con cierta comodidad, la gente nos aprueba, la prensa nos aprueba, me aparecen señales que me piden que esté atento. Es decir algo interno me advierte: "Ojo que el fútbol es fútbol y lo que ganaste ya quedó atrás y hay que ganar lo que viene". Los grandes equipos no regalan puntos. Tenemos que estar muy despiertos. -¿Te cae bien que la selección sea una especie de sucursal de Lazio? -Es una ventaja porque conocemos los movimientos. En Lazio con Verón, Hernán y Claudio ya sabemos muy bien cómo juega cada uno. Con la Brujita nos entendemos mucho. -Por todos los clubes donde pasaste fuiste referencia para todos. ¿Es por tu personalidad? -Mi fórmula es nunca olvidarme de que no soy un jugador indispensable, aunque sé que puedo ser importante para el equipo. Mi estilo está basado en la regularidad. -¿Empieza a estar en tus planes imaginar un retiro jugando para un equipo argentino, Racing por ejemplo, club del que sos simpatizante? -Eso lo veo por ahora como algo lejano. No quisiera ser hipócrita, en este momento estoy muy bien donde estoy y el retiro no figura en mi horizonte. Me siento joven. Igualmente el destino futbolístico es siempre incierto. -¿Es especialmente sacrificado el puesto de volante central cuando se superan los 30 años? -Sinceramente no me siento un jugador mayor ni mucho menos. Creo que la edad (cumplirá 31 años el 28 de abril) no es tanto cronológica sino una vocación, la ilusión de jugar cada partido. Soy como un pibe que recién empieza. Conozco mis limitaciones y eso me fortalece para seguir. -La gente espera ganar fácil, ¿esto les preocupa? -Es normal que la gente espere ver un equipo con buen nivel, estamos pasando un momento importante y el público tiene sus exigencias.
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