La connivencia de la policía con los piratas del asfalto quedó evidenciada en un caso que se registró en noviembre del año pasado y que concluyó con la detención y procesamiento de tres hombres por el robo calificado de un camión cargado con 34 mil litros de combustible y la imputación sobre 13 efectivos de la Unidad Regional X, incluso sus jefes, por complicidad en el hecho. La jueza penal de Cañada de Gómez, Ana María Bardone, procesó a Mario Gorosito, Omar Timpanaro y Emanuel Timpanaro. Los dos últimos, padre e hijo, son dueños de la estación de servicios Sol de la localidad de Correa en la cual fue depositado el combustible robado a Diego Ghelfi, un camionero que fue abordado en Armstrong y cuyo vehículo apareció abandonado en Arteaga. La investigación tuvo inesperadas derivaciones cuando al juzgado llegaron informes acerca de que la policía de la Unidad Regional X mantenía presuntamente "liberada" una zona de la ruta nacional 9 para el accionar de los piratas del asfalto. Los datos llevaron a la magistrada a allanar la Jefatura policial y a imputar a trece policías, entre ellos los miembros de la cúpula de la anterior jefatura del departamento Iriondo.
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