Leonardo Stringaro
La tendencia pasa por las máquinas de gran ancho de trabajo, en definitiva, lo que pidió el productor que pasó por Expochacra es ahorrar equipos". Así sintetizó Mario Tanzi, de la fábrica de maquinaria agrícola que lleva su nombre, lo que percibió de parte de los productores que visitaron la muestra de Uranga.
Muchos de los visitantes consultados coincidieron en señalar que los productores que tienen tres o cuatro máquinas chicas con la misma cantidad de tractores, hoy pueden simplificar sus tareas con un implemento para cada cosa.
Los que pasaron por la muestra se llevaron el concepto de que por ahora hay que bajar los costos y ser cada vez más eficiente en un país que se transformó en promotor de tecnologías, sin brindar ningún apoyo para poder implementarlas.
Las nuevas reglas del mercado apuntan desde el lado que los venden a la seguridad y reducción de riesgos en un panorama en el cual los productores chicos que no lleguen, directamente deberán optar por alquilar los servicios.
La vidriera tecnológica del campo argentino dejó bien en claro que en los próximos 10 años va a primar la electrónica, casi hasta niveles invasivos. La elección de máquinas grandes pasa por la destrucción de los costos operativos y la triste realidad de que seguirán siendo cada vez menos y más grandes los productores que hoy trabajan la tierra.
En lo que respecta a siembra directa, aspecto en el cual el que manda es el terreno y no el productor, cada vez más se necesita sembrar en una fecha propicia y eso se consigue haciendo en pocos días muchas hectáreas, por eso son necesarias las máquinas de gran porte. A esto habría que sumarle las ventajas que tienen los equipos grandes por ahorro de energía y mano de obra.
Entre lo que se expuso, Tanzi presentó maquinas grandes equipadas por sistemas de conducción de aire para la siembra y fertilización. Hasta 11 metros de ancho para trigo/soja, y con una autonomía de fertilizantes y semillas de 6.000 litros. Los modelos neumáticos presentados por la firma de Arequito, hasta el momento no son comunes en Argentina sino que responden a las utilidades de regiones de grandes planicies como las de EEUU y Canadá . El modelo 9.200, reunía características como un total de 58 abresurcos de discos simples, que suman 11 metros de ancho.
Enrique Bertini, que se despachó con la sembradora más grande del mundo, llegó a la megaexposición presentando su nueva línea de sembradoras de tiro de punta o transporte longitudinal. Esa fue la llave que lo trajo a la muestra con máquinas de gran porte, superando los 8,40 metros de trabajo. Su producto más grande es una sembradora de 21 metros de ancho de trabajo, en 3 módulos de 7 metros. La tecnología aplicada a sus equipos se basa en sistema hidráulicos, con ruedas niveladoras, que permiten mayor seguridad y menos desgaste en la prestación del servicio.
Bertini asegura que en los países donde se desarrollan máquinas de gran porte, los errores pasan por sistemas que funcionan por semillas sopladas, que se envían de una tolva central hacia los extremos, siendo imprecisas en su distribución. Por ingeniería, dice que sus productos tienen la misma precisión que la de sus otros modelos neumáticos, y carecen de estos problemas, ya que poseen un dosificador por cada surco, que deposita correctamente la misma semilla en cada surco a lo largo de toda la máquina.
La grande -como suele llamarla-, pesa 22 mil kilos, puede llegar a hacer 200 hectáreas por día y fue creada para cubrir las necesidades las grandes explotaciones y acortar los tiempos de siembra, como cuando en el verano la humedad dura pocos días.
Tanto Giorgi, de Fuentes, como otras reconocidas marcas de sembradoras, coincidieron al explicar que sus estrategias de comercialización, han comenzado a volcarse hacia contratistas que manejan muchas extensiones de distintos propietarios o bien grandes campos de sociedades que se dedican a hacer explotaciones en agricultura bastante extensivas.
"De una forma u otra es la realidad de nuestro país y lo que vienen previendo muchas firmas como la nuestra, que hace más de 16 años construyen sembradoras de tipo modulares, que permiten acoplar un chasis al lado del otro, aunque la tendencia continuará siendo la de las máquinas de gran porte", comentó osvaldo Giorgi.
Francisco Ammatuna, de Agco Argentina, dijo que su empresa pasó por Expochacra para presentar una nueva serie de tractores Agco Allis. Al lanzamiento de la Serie 6, que abarca modelos de 60 a 120 Hp en versiones simple y doble tracción, como también en ejecuciones especiales para culturas regionales, se sumó la presentación de la Cosechadora Optima 550 en su versión doble tracción, muy aceptada en el mercado arrocero.
Ammatuna comentó que vienen evaluando la demanda de sus concesionarios por los constantes pedidos de potencia, que años atrás estaba parada."Nos piden tractores con potencia de 140, 160 Hp en versiones con doble tracción y variación de trocha, específicamente para el uso de productos como sembradoras grandes para SD que vienen equipadas con equipos fertilizadores líquidos y sólidos", remarcó.
Las cosechadoras presentes en Expochacra fueron el reflejo de una nueva tendencia: el cambio de la preferencia por parte del usuario respecto de las máquinas grandes. Esas que durante los últimos años le costaron mucho trabajo al contratista para poder pagarlas, teniendo en cuenta que no le aseguran las hectáreas anuales.
Hoy las ventas sobre máquinas grandes están un poco frenadas, sólo -y en menor escala- se sostienen porque algunas marcas están excedidas de stock y continúan comprando participación a fuerza de amplios descuentos. Pero es la máquina mediana la que está levantando las ventas. "Principalmente porque apareció otro actor, que es el productor comprando máquinas que no pasen la barrera de los 90 mil pesos de contado, con IVA incluido", comentó un expositor.
Y agregó: "Para volver a las máquinas grandes hace falta que se estabilice nuevamente la economía del país y que el precio de la hectárea le dé seguridad al contratista para poder pagar el precio de la cuota".
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La Ciudad
