La ajetreada agenda futbolística que viene afrontando Central entre el torneo Clausura y la Libertadores, más la sumatoria de viajes y horas de espera en los aeropuertos, instalaron el interrogante sobre si los canallas tienen cuerda para afrontar las dos competencias o si llegó el momento de descansar la mirada en una y fraccionar las cargas físicas de cara a los compromisos futuros. Consultado sobre esta situación, el profe Alejandro Mur (preparador físico canalla) no sólo resaltó la respuesta física que está evidenciado el equipo, sino que hasta se atrevió a no privilegiar ningún frente, al menos que los resultados demuestren lo contrario. -¿Cómo afectó desde el punto de vista físico la seguidilla de partidos que viene afrontando el equipo? -El equipo está óptimo desde todo punto de vista. Igualmente sería bueno aclarar que nosotros estamos trabajando en base a una parrilla física, en la cual la premisa es sumar minutos de juego en cada uno de los jugadores que afrontan las dos competencias. Si bien cada jugador no tiene la misma capacidad de recuperación de acuerdo a su naturaleza estamos intentando rotar a algunos sin resentir la estructura futbolística del equipo. Es decir, la idea es compensar las cargas físicas de acuerdo a la competencia que tengamos. -Teniendo en cuenta que están jugando dos veces por semana y viajando mucho por los compromisos de la Libertadores, ¿en qué se hace hincapié en este tipo de casos? -Como son semanas cortas y estamos jugando cada 72 o 96 horas entre competencia y competencia, la clave está en el cuidado personal, la alimentación y el descanso. Lo que se denomina el entrenamiento invisible, al tener poco tiempo para realizar un trabajo más riguroso, la premisa es realizar un laburo de mantenimiento y trabajos diferenciados en base a velocidad y reacción. -¿Es lógico que a esta altura de las dos competencias el equipo empiece a mostrar algunos signos de cansancio? -Sí, es normal. Está dentro de los parámetros que manejamos cuando hicimos la pretemporada en La Cumbre. Con tantos partidos, el equipo no alcanza a estimular algunas capacidades físicas. Por eso la idea era conseguir la clasificación a la Libertadores antes de la última fecha y de esa manera armar un trabajo especial para afrontar la segunda fase de la Copa. Pero desgraciadamente con el triunfo de Junior ante Vélez vamos a tener que dirimir un lugar en la última fecha. -Teniendo en cuenta los partidos que se llevan jugados en el Clausura y la Copa, ¿es el momento de optar por alguna de las dos competencias? -Con Edgardo (Bauza) hemos tocado el tema, pero coincidimos en qué todavía podemos dar pelea en los dos frentes. Si bien en la Copa teníamos la ilusión de estar clasificados antes de la última fecha para armar ante Vélez un equipo alternativo, hoy por hoy no podemos privilegiar ninguna competencia. Tenemos que trazarnos metas cortas y ahora sólo pensamos en el partido ante Independiente. -¿Le gustaría enfrentar a Boca en la segunda fase de la Copa para evitar el cansancio de los viajes? -Primero tenemos que clasificar, pero particularmente prefiero jugar ante Boca. No sólo porque evitaríamos viajar a otro país, sino porque sería muy bueno para este plantel eliminar al campeón del mundo. -¿Tiene miedo que en estas fechas el equipo se caiga físicamente? -No, para nada. Estamos muy bien, conozco muchísimo a este grupo y le tengo mucha confianza. No hay que darle tanta importancia a la cuestión física, hay que jugar los partidos y punto. -¿La rotación de jugadores tiene que ver más con un decisión táctica o física? -La reglas del Patón con el plantel es poner a lo mejor que esté en el momento del partido, sea desde el punto de vista táctico y físico.
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