Un jubilado de 69 años fue baleado al resistirse a un intento de robo en la zona sur de la ciudad. Sorprendido por dos jóvenes que lo emboscaron a metros de su casa, no permitió que se llevaran su bolso con comestibles, lo que le costó caro, aunque no tanto como para no contarlo: el disparo que le descerrajó uno de los delincuentes le atravesó una pierna. Debió ser internado, pero fue dado de alta porque la herida no revestía gravedad.
La víctima del atraco es Mariano Haruza. El hombre, que atiende un puesto de revistas para lograr unos pesos extra, está casado y tiene un hijo de 36 años. Trabajó durante 27 años en la planta de la empresa Acíndar en Rosario y en otra firma hasta que se jubiló. Ayer recibió un disparo que le impactó en la parte anterior de su pierna izquierda, pero el proyectil salió.
En el mediodía del sábado Haruza regresaba a su casa de Pueyrredón 3466. Había ido a comprar anticipadamente algunos comestibles para su cumpleaños número 70, que planea celebrar dentro de cinco días. Cuando llegó a la mitad de la cuadra, a unos veinte metros de su vivienda, fue interceptado por dos jóvenes de entre 23 y 24 años que circulaban en una moto Honda Scooter de contramano.
No tuvo tiempo de reaccionar. Uno de los hombres descendió rápidamente del vehículo y le gritó "esto es un asalto, dame la billetera", mientras su cómplice aguardaba con la moto en marcha.
Pero el jubilado no se amedrentó. Primero le respondió que no tenía dinero y después se negó a entregarle el bolso con mercaderías que había adquirido en un supermercado de Ayolas y Pueyrredón. En realidad Haruza tenía veinte pesos en el bolsillo de su pantalón pero no estaba dispuesto a entregarle la plata al ladrón.
Entonces el asaltante intentó apoderarse del bolso y se trabó en lucha con Haruza. En medio de la pelea, y mientras forcejeaban, el ladrón gatilló el revólver calibre 22 que llevaba. "El tipo, que estaba nervioso, me dijo «así que no querés darme la plata», y enseguida me tiró", recordó Mariano.
Tradición de resistencia
El balazo atravesó la pierna izquierda del jubilado, debajo de la rodilla. El hombre fue socorrido por algunos vecinos que lo llevaron a su casa mientras los maleantes escapaban en la moto por la calle Ayolas. Desde allí una ambulancia de una empresa de emergencias médicas lo trasladó al Sanatorio de la Mujer, donde estuvo internado hasta ayer a la mañana. "Perdí mucha sangre, pero los médicos me suministraron antibióticos y me indicaron reposo", explica mientras apoya la pierna sobre un taburete.
Mariano comentó que el intento de atraco no fue el primero que sufrió. Hace algunos meses, dos chicos que iban en una bicicleta intentaron robarle el dinero que llevaba, pero el jubilado también se resistió y los asaltantes decidieron irse sin llevarse nada. "Como me negué a darles la plata, los pibes se asustaron y se fueron", explicó.
Mariano, que es hijo de inmigrantes polacos, se lamentaba porque ayer no pudo atender un quiosco de diarios y revistas de Ovidio Lagos y Biedma como lo hace habitualmente todos los domingos.