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Talibanes en Rosario

El arquitecto Ademar Cerfoglio integra la secretaría de Planeamiento de la Municipalidad que autorizó la demolición de un edificio de valor arquitectónico ubicado en el paseo del siglo. Esto no resulta sorpresivo, ya que Rosario se ha tenido que acostumbrar a la depredación de su patrimonio arquitectónico e histórico. Lo insólito de este caso es que el funcionario citado también forma parte de la empresa que derrumbara el edificio. Ante lo burdo del hecho, lo mínimo que cabe esperar, aunque estemos en Argentina, es que dicho funcionario sea inmediatamente relevado de su cargo. Como derivado del tema, un lector llamado Enrique Cavalieri publica una carta en esta sección cuestionando el derecho de la ciudad de proteger su patrimonio. Quizá sea inútil decirles a estos señores que en los países más adelantados el cuidado del patrimonio cultural es prioritario, no sólo porque los ciudadanos tienen derecho a disfrutarlo, sino porque además genera ingresos y atrae al turismo. Digo que sería inútil, porque con los talibanes no se puede discutir. Y como vemos, no habitan solamente en Afganistán. También hay talibanes rosarinos.
Roque Sanguinetti