Gustavo Conti
"El equipo está en formación. Yo estoy a muerte con este plantel y sé de lo que es capaz de dar". La frase de Ribolzi después del pobre empate de local con Gimnasia tiene dos lecturas diametralmente opuestas. Por un lado, el técnico rojinegro les está pidiendo reflexión a los impacientes hinchas, para que entiendan que sólo en el largo plazo el club puede retomar la senda del éxito y que para eso es necesario que varios jugadores tengan el tiempo necesario de maduración. Y que el cuerpo técnico también requiere de confianza. Pero por el otro, dice sin decirlo que hoy por hoy Newell's no está para pelear cosas trascendentes y que las chances aunque más no sea de ingresar a la Copa Mercosur son difíciles, aún cuando le falta bastante camino al Clausura. Los números de la tabla clasificatoria así lo indican. La sentencia del técnico rojinegro no es nueva en absoluto. Ya la utilizaron con diverso vocabulario Jozic, Castelli y Rebottaro, y ninguno de ellos faltó a la verdad, teniendo en cuenta que los mejores valores rojinegros se iban yendo del club a medida que la necesidad de tapar agujeros lo requería. La situación inclusive puede tender a acentuarse después del 30 de junio, no sólo porque Damián Manso puede irse después de esa fecha, sino porque algunos jugadores (caso Cobelli) cumplirán dos años jugando sin contrato y podrán pedir la libertad de acción. En ese contexto, el único camino que parece quedarle a Newell's es el de las inferiores, que ya conoció en la parte más rica de su historia. Porque no hay que olvidar que cuando un tal Marcelo Bielsa asumió la conducción de la primera, el promedio era muy bajo y tampoco el club pudo optar por reforzarse para paliar la crisis. Tampoco hay que olvidar que la etapa del Loco en el Parque comenzó con un duro revés de local ante Huracán y en ese momento la hinchada le tuvo paciencia. Salvando las distancias, esa misma paciencia es la que pidió Ribolzi en su discurso del sábado por la noche. Los hinchas ahora decidirán si agachan la cabeza y aceptan la primera lectura del mensaje del Ruso, o bien no soportarán la segunda y continuarán metiendo presión sin distinguir responsables. Ellos tienen ahora la palabra.
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