No es la primera vez que se produce la muerte de la víctima de un robo. Hace más de cuatro años ocurrió un caso en la zona sur que alcanzó resonancia en todo el país. El 2 de noviembre de 1996, un chico de 12 años perdió la vida de una manera absurda. Iván Lorenzín jugaba al fútbol con sus amigos en el Parque Sur cuando dos adolescentes de entre 14 y 15 años intentaron quitarle la gorra que tenía puesta. El nene se resistió y uno de los asaltantes le colocó una navaja sobre el cuello. Iván logró escabullirse y salió corriendo. Pero pudo recorrer un corto trayecto: se desplomó al suelo a los pocos pasos. Sus amigos lo llevaron a su casa de Aguirre 5826 y allí falleció mientras el médico de la familia lo revisaba. Un ataque cardíaco provocado por el tremendo susto que le causó el intento de asalto terminó con la vida de Iván.
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