El auto, a velocidad moderada, cubre en sólo 15 minutos el trayecto Funes-avenida Pellegrini, donde desemboca la autopista. "Se llega más rápido al centro de Rosario que desde el barrio Las Delicias", dice Roberto Di Santo, intendente de Roldán. "Y ni le cuento si el viaje es desde el barrio 7 de Septiembre", completa su colega Juan Miguez, de Funes. A ambos, ahora, les cuesta comprender las colas de hasta una hora y media que soportaban las familias al regresar los domingos a la tarde a Rosario por el único camino de la ruta 9, previo a la apertura de calle Mendoza y a la construcción de la autopista. "Pensar que eso sucedió hasta hace poco", dicen. Tanto Míguez como Di Santo parecen atravesar tiempos dorados si se los compara con otros municipios, por ejemplo Villa Gobernador Gálvez, donde cualquier asistencialismo nunca será suficiente.
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