La estación espacial Mir ha sido el primer apartamento habitable en el cosmos por el que han pasado más de cien inquilinos, entre ellos un alto cargo del Kremlin y un cosmonauta que vivió dos años a bordo. Pero los 30 metros cuadrados del alojamiento, la superficie de un ómnibus, no pudieron finalmente convertirse en habitación de un hotel de infinitas estrellas. Dennis Tito, un norteamericano que pagó un pasaje multimillonario por un paquete turístico en la Mir, tuvo que cambiar de destino y conformarse con viajar el mes próximo a la estación internacional Alfa actualmente en construcción. Durante 15 años, la Mir fue el principal polígono internacional de pruebas y experimentos, donde soviéticos primero y luego rusos compartieron con colegas extranjeros su experiencia única de vuelos espaciales de larga duración, clave de la cosmonáutica del futuro. Desde que el primer segmento de la Mir fue lanzado al espacio el 20 de febrero de 1986 y en marzo recibió a sus primeros tripulantes, Leonid Kizim y Vladimir Soloviov, a bordo trabajaron 104 astronautas rusos y de once países extranjeros, muchos de ellos en repetidas ocasiones. De las 28 expediciones tripuladas, 16 fueron de larga duración, con una media de seis meses. En una de ellas el medico ruso Valeri Poliakov estableció el récord absoluto de permanencia ininterrumpida en el espacio: 438 días. Con esa y otra expedición más, Poliakov totalizó 678 días en el cosmos, pero fue superado por su colega Serguei Avdeyev, quien en tres vuelos acumuló 747 días, 14 horas y 13 minutos, más de dos años vividos a una altura de 400 kilómetros sobre la Tierra. En total, la Mir recibió visitas de 62 astronautas de once países extranjeros: 44 de Estados Unidos, cinco de Francia, tres de la Agencia Espacial Europea, dos de Alemania y uno de Siria, Bulgaria, Afganistán, Japón, Reino Unido, Austria, Canadá y Eslovaquia.
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