El ministro del Interior, Federico Storani, confirmó que el gobierno pretende formalizar un pacto de gobernabilidad con todos los partidos políticos a fin de "avanzar en algunos acuerdos a más largo plazo, para que no se tenga que estar debatiendo ley por ley cada vez que se requiera". Tras dejar inaugurado el Foro de Políticos Latinoamericanos, acompañando al presidente Fernando de la Rúa, fue consultado sobre afirmaciones del vocero presidencial, Ricardo Ostuni, quien, un poco antes, por la mañana, había resaltado que para salir del estancamiento económico "es razonable aspirar a un pacto de gobernabilidad". "Si no hay un acuerdo de gobernabilidad es imposible sacar las leyes principales", señaló el ministro del Interior y, si bien admitió que "hasta ahora ha funcionado de hecho", destacó que lo que se pretende "es dar una mayor institucionalización a ese pacto con los partidos políticos". El funcionario precisó que "se trata de avanzar en algunos acuerdos a más largo plazo para que no se tenga que estar debatiendo ley por ley cada vez que se lo requiera". Consultado sobre qué agrupaciones pueden ser convocadas, indicó que la idea pasa por llamar a todos los partidos políticos aunque "el Partido Justicialista es el primero de todos porque es el que tiene mayor representación parlamentaria". "En su momento -agregó- hicimos rondas de consultas para generar consenso sobre la reforma política y ahora vamos a tratar de hacer una segunda ronda para plantear planes a más largo plazo a fin de establecer algún margen de gobernabilidad". Al asegurar que ese pacto, hasta el momento, funcionó "de hecho", Storani comentó que "es obvio que no podría haber gobernabilidad si no hay un consenso mínimo porque el gobierno no tiene mayoría en el Senado de la Nación, ni quórum propio en Diputados". Después, el responsable de Interior aceptó como "lógica" la advertencia de algunos obispos sobre la posibilidad de que se produzcan convulsiones sociales al admitir que en la Argentina "hay pobreza, hay marginalidad y el nivel de desocupación es alto", aunque aseguró que el gobierno trabaja para prevenir posibles conflictos. "Junto a las reivindicaciones genuinas se agregan otras que no lo son y están vinculadas con un intento de aprovechamiento político", sostuvo Storani sobre la cuestión social, pero reconoció que hay sectores que "tienen una situación difícil y, por supuesto, existe un caldo de cultivo para desarrollar esa actividad". En cuanto a las amenazas de huelga lanzadas por las CGT oficial y disidente, y por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), calificó los anuncios como "una gimnasia destructiva" y remarcó que el "puro paro trata de hacer bajar los brazos". Específicamente sobre la convocatoria del líder de la CGT combativa, Hugo Moyano, a un paro para este mes o el próximo en repudio de las medidas económicas -y la posibilidad de que se sumen las otras centrales obreras-, dijo el ministro que "es innecesaria porque todavía ni siquiera se han hecho los anuncios".
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